Hubo seis ciudades de importancia singular en los tiempos de los israelitas cuando tomaron posesión de la tierra. Eran ciudades donde el que hubiera causado la muerte en otro sin querer podrían encontrar “salvación”. Lea cómo:
“Estas seis ciudades serán de refugio para los hijos de Israel, y para el extranjero y el que more entre ellos” Números 35:15

Después de tomar posesión de la tierra prometida, los israelitas debían observar ciertas leyes dictadas por Dios. Una de estas leyes tenía que ver con el cuasidelito de homicidio por el cual alguien podría causar la muerte a otro, sin querer. Para evitar pagar con su vida por su equivocación, Dios proveyó de seis ciudades de refugio. Fue un acto de misericordia de parte de Dios para que la vida de sus criaturas fuera preservada. Dios no quería que nadie muriera sin que hubiera una causa legítima para quitarle la vida. Por eso, Moisés fue instruido por Jehová a dejar establecida la ley referente a las ciudades de refugio.

Los interesantes detalles respecto de las ciudades nos enseñan verdades aplicables a nuestras vidas. Antes que hubiera el primer caso, Dios anticipó la necesidad e hizo provisión para ella. Ningún israelita estaría expuesto a ser castigado injustamente pues existían un lugar y un sacerdote para atender a su necesidad. Tampoco hay necesidad hoy día que un pecador muera sin ser perdonado pues “Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos” (Romanos 5:6). No servía cualquier ciudad, sino las que Dios indicó. Hoy día, cualquier modo de salvación no sirve tampoco, sino solamente la salvación provista por el Señor Jesús: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre” (1 Timoteo 2:5).

Tres ciudades estaban al lado oriental del Jordán y las otras tres al otro lado. Los nombres de las ciudades mencionados en Josué 20:7-8  tienen gran significado como si Dios las escogiera especialmente por eso. Cedes significa “lugar santo” y Siquem sugiere “hombre fuerte”. Quiriat-arba (que es Hebrón) significa “comunión”. Estas estaban en la tierra de Israel. Las otras al lado oriental eran Beser, “fortaleza para refugiarse” y Ramot que quiere decir “lugar alto” mientras Golán significa “encierro para cautivos”. Cada nombre sugiere fuerza, como la que hay en Cristo Jesús para salvar y proteger al pecador que cree en Él. Pablo aseguró a los cristianos en Colosas: “… vuestra vida está escondida con Cristo en Dios” (Colosenses 3:3). Es un gran bendición estar en Cristo, salvo y seguro. ¿Lo está disfrutando usted? –daj

 

Lectura Diaria:
Exodo 21:1-36 [leer]
/Salmos 62:1-63:11 [leer]
/Hechos 11:19-30 [leer]