Prometer hacer algo o cumplir con alguna actividad requiere seriedad. Respetar los compromisos es una marca del cristiano. Consideren la importancia de ello.
“No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.” Josué 21:45.

Los expertos que opinan sobre la sociedad de hoy destacan una tendencia mundial – la falta de cumplimiento de los acuerdos. “Nos juntamos mañana a las diez” dice un hombre a su colega. Al día siguiente, el que dijo “a las diez” llegó sin gran preocupación a las diez y media. ¿Qué pasó con el compromiso? Un hombre de negocios prepara papeles importantes para ser presentados en una repartición pública que cierra a las cuatro de la tarde el día viernes. Falta la firma de un colega. “Déjelos y estarán listos mañana al medio día”, dice la secretaria. El empresario volvió, pero la secretaria olvidó de pedir la firma a su jefe y pide disculpas diciendo que “ya se ha ido y no vuelve hasta el lunes”. ¿Qué pasó con la palabra empeñada? Saber cumplir con los compromisos asumidos debe ser una característica en la vida de cada uno. Desde el primer momento de su conversión, Pablo el apóstol se comprometió con el Señor.

Saulo de Tarso fue convertido en las afueras de la ciudad de Damasco cuando perseguía su propio plan de acción. El mismo había pedido al sumo sacerdote “cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén” Hechos 9:1-2. Pero Jesús le habló del cielo y cambió no solamente sus planes, sino el rumbo de toda su vida. Sus primeras palabras después de aceptar a Cristo como Salvador fueron: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” v.6. Fue instruido a levantarse, ir a la ciudad y esperar. Cumplir con un una promesa requiere comprometer la mente, el corazón y el cuerpo. Pablo dedicó su vida a servir al Señor con amor y pasión. ¿Cuál fue el secreto de su vida dedicada al Señor y a también a otros? En base de su gratitud para con Dios por haberle dado vida nueva, quiso utilizarla como Dios le indicara.

¿Se ha fijado que el sol sale todas las mañanas sin falta? Pregunten a los meteorólogos y le dirán el momento exacto cuando sale y cuando se pone. En la torre de control de un aeropuerto tienen todas las tablas mostrando al segundo exacto del amanecer. Dios está comprometido con su creación. El balance delicado del aire que respiramos es el resultado de su control y su compromiso con nosotros. Hay aire suficiente para todos sin ninguna alteración porque Dios cumple con nosotros cuidando nuestra salud. Es una marca de piedad en nuestra vida cuando nos preocupamos de que las características de nuestro Padre celestial se vean en nosotros. El cristiano que cumple sus palabras lo hará en su matrimonio, en su fuente de trabajo, en los compromisos con la familia y con todos. Los ancianos en la iglesia deben dar un buen ejemplo de esto porque somos llamados a acordarnos de ellos quienes nos “hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe” Hebreos 13:7. Aprendamos a comprometernos con el Señor. –daj

Lectura Diaria:
Génesis 35:1-29 [leer]
/Salmos 7:1-8:9 [leer]
/Mateo 19:16-20:16 [leer]