Es normal que se busca una explicación cuando ocurren eventos trágicos e inesperados. Dios los sabe todo y quiere que a pesar de todo, sigamos confiando en Él. Lea de María y Marta.
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.” Juan 11:25.
Cuando Jesús fue avisado que su amigo Lázaro estaba enfermo, en vez de emprender el viaje para verlo inmediatamente, se quedó dos días más donde estaba antes de ir a Judea para atender a la familia afligida. Siendo Jesús omnisciente, pudo informar a los discípulos cuando Lázaro murió. Les dijo: “nuestro amigo Lázaro duerme; mas voy para despertarle.” Llegando cerca de la aldea de Betania, Marta salió a recibirle acongojada. Ella dijo que si Jesús hubiera estado antes, algo podría haber hecho para evitar la muerte de su hermano. La calmada respuesta del Señor tuvo por objeto consolar a Marta y al mismo tiempo hacerle pensar en un día en el futuro cuando las nubes de tristeza se desaparecerían. El Señor se reveló a sí mismo como la Resurrección y la Vida y luego preguntó a Marta, “¿Crees esto?” v.26. Marta dio un gran paso de fe al expresar su confianza en el Señor, “Sí Señor, yo he creído que tu eres el Cristo, el Hijo de Dios, que has venido al mundo” v.27. Lo que sucedió después, cuando Jesús hizo resucitar a Lázaro fue una confirmación de sus palabras. Reveló su poder sobre la muerte. La lección para nosotros es que a cuando nos vemos afligidos por problemas en la vida, Dios quiere que también expresemos nuestra confianza en Él.
Cuando Jesús demoraba en llegar a Betania, María y Marta podrían haber hecho la pregunta, “¿Por qué no viene?” Quizás no habían aprendido que Jesucristo estuvo al tanto de todo lo relacionado con Lázaro. Por ejemplo, sabía el momento en que murió. Así mismo Dios sabe de las cosas que ocurren en el mundo hoy y en nuestras vidas particulares. Las enfermedades han sido parte del diario vivir siempre, y las tragedias también. Una vez el Señor contestaba una pregunta y se refirió a la torre que cayó y dieciocho obreros perdieron la vida. Preguntó: “¿Pensáis que (éstos) eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No, antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente” Lucas 13:4-5. Las tragedias parecen ser parte de la vida. También hay fuerzas en la naturaleza como un terremoto en que tanta energía es liberada que nada en el mundo es capaz de refrenarlas. Hay debilidades en las construcciones que no resisten fuerzas mayores y se desploman con resultados funestos. Hay enfermedades rebeldes que causan muertes. Con estos fenómenos a menudo nacen las preguntas ¿Por qué?
En tiempo de las tragedias, a veces atribuimos más importancia a las cifras de muertos, sin tomar en cuenta los milagros que hubieran ocurrido permitiendo a miles a escapar. Los sobrevivientes agradecen a Dios por su cuidado. Dios permite los acontecimientos no deseados en la vida para que miremos hacia Él, pues todo está bajo su control. “Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.” Isaías 52:10. –DAJ
Lectura Diaria: | ||
Génesis 40:1-23 [leer]
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/Salmos 18:1-29 [leer]
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/Mateo 23:1-39 [leer]
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