ABIGAIL (3)

Abigail es una mujer admirable, llena de sabiduría y dispuesta a cargarse con la culpa de otro, aunque fuera su marido. Logró su objetivo cuando se acercó a apeló a David.

“Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo” Hebreos 10:30

Nabal era hombre rico y su riqueza consistía en terrenos y animales. No era rico en carácter pues hizo un gran desprecio a David y a sus seguidores cuando les negó una remuneración merecida. David juntó 400 hombres para ir a pelear contra Nabal. Los siervos de este tuvieron temor y apelaron a Abigail, la esposa de Nabal, para que hiciera algo a fin de evitar un conflicto. Ellos reconocieron que su patrón había actuado injustamente. Abigail también. Juntando víveres para regalar a David, Abigail llegó ante David y con humildad confesó la maldad de su marido. Dijo: “no haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de Nabal; porque conforme a su nombre, así es. Él se llama Nabal (necio), y la insensatez está con él” 1 Samuel 25:25. Abigail llegó con los víveres antes que David y su gente hubieran llegado a Nabal. David estuvo dispuesto a escuchar las palabras de la mujer. Dicen las Escrituras que esta mujer era hermosa e inteligente. Sabía juzgar y entender las cosas y tuvo la valentía de actuar. Se echó sobre sí la culpa de su marido sin haber estado involucrada con él en lo que hizo. Ella se echó a los pies de David y dijo: “Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva” v.24.

¿Por qué se culpó Abigail a si misma por la ofensa cometida por su esposo? ¿Estaría acordándose de Moisés quien, en el desierto, volvió la ira de Dios contra su pueblo Israel cuando él reconoció el pecado de ellos como el suyo propio? ¿Le habrían enseñado algo los muchos sacrificios de animales inocentes, que a diario se ofrecían delante del tabernáculo por el pecado del pueblo? ¿Habría entendido que un ser inocente podía cargar con el pecado y la culpa de otro? Al actuar ella así, hizo como Otro iba a hacer años después. Fue precisamente lo que hizo el Señor Jesucristo cuando vino al mundo para ofrecerse voluntariamente y llevar nuestro pecado. Sean cuales fueren sus razones, nos damos cuenta de que esta no habría sido la primera vez que Abigail sufriera a causa de la mala actuación de su marido. La Biblia dice que Nabal era duro y de malas obras. Sin duda, ella había sufrido muchas veces debido al mal carácter de su esposo.

El nombre “Abigail” significa “Mi Padre (Dios) da gozo”. Sin embargo, este significado no se veía en sus circunstancias matrimoniales, encadenada como estaba a un hombre como Nabal. Sólo podemos imaginar lo que habría sido la vida para una mujer como Abigail estar unida a un hombre tal. ¿Cómo o en qué oportunidad se formaron estas cualidades nobles que ella manifestó ante David? No sabemos pero en el resto de su plática, ella ruega a David que no haga justicia por su propia mano, vengándose como él había pensado. Revela la percepción profética de que algún día David sería rey y ella le aconseja que no llegue al trono con un sentir de remordimiento por haber derramado sangre sin causa. Tal como David dejaba en la mano del Señor la persecución de Saúl, podía dejar en las mismas manos el asunto de Nabal. Para nosotros hoy, Romanos 12:18-19 instruye: “si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor”. A veces cuesta dejar un asunto doloroso en las manos de Dios, pero Él ha prometido encargarse del asunto. ¿Somos capaces de ejercer fe y obedecer? (Continuará) MER/Ed.daj