Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre, Y ve todos sus pasos.” Job 34:21

 

El banquete en la casa de José está pronto a comenzar. Cuando José entró, sus hermanos le entregaron el presente “que tenían en su mano… y se inclinaron ante él hasta la tierra.” Génesis 43:26. ¡Se cumplió la profecía! ¡No pudieron evitarlo! Los hermanos están delante de José, inclinados tal como el sueño suyo había indicado. Están frente a José sin que aprecien su verdadera identidad. Preguntó por su padre: “¿Vive todavía?” Al responder que sí, los hermanos “se inclinaron, e hicieron reverencia” v.28. Todo lo acontecido en la historia de José y sus hermanos debe hacernos entender que siempre prevalecerá la palabra fidedigna de Dios. No la dudemos. Los hermanos dudaron de la palabra de José. Por la misericordia de Dios no sufrieron las consecuencias de rechazar la palabra de su hermano. En vez de ser castigados, recibieron perdón. Para nosotros, “He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” 2 Corintios 6:2.

 

Todo el mundo puede identificarse con la emoción que sobrevino a José cuando entró para comer con sus hermanos. La Biblia relata la escena: “Y alzando José sus ojos vio a Benjamín su hermano, hijo de su madre, y dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo: Dios tenga misericordia de ti, hijo mío. Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas a causa de su hermano, y buscó dónde llorar; y entró en su cámara, y lloró allí” Génesis 43:29-30. Benjamín era niño cuando José lo vio por última vez. Ahora es hombre maduro, casado, y padre de familia. Después de lavarse el rostro y contenerse, José ordenó que comenzara la fiesta. José se sentó aparte, sus hermanos juntos en una mesa, y los egipcios aparte, pues éstos consideraban comer pan con los hebreos una abominación. v.32.

 

Los hermanos quedaron perplejos. Fueron sentados delante de José en orden de su nacimiento, de tal modo que estaban “aquellos hombres atónitos mirándose el uno al otro.” ¿Tendrían los egipcios un servicio secreto que les tuvieran fichados? Más aún, Benjamín fue favorecido con una porción “cinco veces mayor que cualquiera de las de ellos.” De todos modos, estaban todos contentos, v.34. La sabiduría de José en su trato de sus hermanos tiene un solo objetivo; bendecirles. Años más tarde, José diría: “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo” Génesis 50:20. (Continuará) –daj

 

Lectura Diaria:
Éxodo 15:1-27 [leer]
/Salmos 51:1-19 [leer]
/Hechos 8:5-40 [leer]