En el lenguaje en el que fue escrito el Nuevo Testamento, el griego, existen diversas expresiones y palabras que si se estudian añaden mucha luz al texto y nos permiten apreciar aún más la verdad de Dios. Uno de los conceptos donde esto es de la mayor importancia es el concepto de justicia.
“Dios es juez justo” Salmo 7:11
Para la palabra justicia, una sola en castellano, el apóstol Pablo utilizó dos palabras griegas cuyo significado es diferente. Tenemos la palabra dike, que representa la justicia retributiva. Dike era una diosa de la mitología griega, hija de Zeus, representada por una mujer con ojos vendados y una espada. Era una divinidad mortal, con poder sobre la vida y la muerte. Es la diosa del castigo y la venganza enfurecida que persigue al culpable hasta castigarlo, más allá de los jueces humanos que a veces se equivocan.
Esta es la divinidad que mencionan los habitantes de la isla de Malta cuando los náufragos se calentaban al fuego: “Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia [dike] no deja vivir” (Hechos 28:4). “Dike no deja vivir”. También se menciona este concepto de justicia retributiva por Pablo en 2 Tesalonicenses, cuando señala que los incrédulos “sufrirán pena [dike] de eterna perdición excluidos de la presencia del Señor, y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:9). Judas también la menciona en su carta, donde ha sido traducida como castigo: “Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas… fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo [dike] del fuego eterno” (Judas 1:7). [Dike] es la justicia retributiva, condenatoria, castigadora, vengativa, mortal.
La sola imagen de esta justicia despierta en el hombre terror y ansiedad. Es que comparecer ante un Dios que va a ejercer su derecho de juzgar y que va a condenar eternamente está fuera de los parámetros del hombre común y corriente. Es más agradable hablar de Dios en cuanto a su amor y misericordia, pero la justicia retributiva de Dios es un hecho real e inherente a su persona y santidad. ¿Sufrirá usted la justicia retributiva de Dios? Si no recibe a Jesucristo como su salvador esto es lo que determinará su condena eterna. Ahora bien, si cree en el Señor Jesucristo por medio del evangelio, usted puede ser objeto de la justicia salvadora de Dios, para la que Pablo emplea otra palabra: dikaiosune. –rc (con la inestimable ayuda de un estudio de Rodrigo Vidal)
(Continúa)
Lectura Diaria: | ||
Génesis 7:11-8:19 [leer]
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/Job 9:1-10:22 [leer]
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/Mateo 5:21-28 [leer]
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