¿Qué libros lee usted? Le sugiero que rpeueb con algunas biografías inspiradoras.

 

“Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” Hebreos 11:6

 

Uno de los diarios más conocidos en el mundo es The New York Times. Todas las semanas escogen libros que llaman los “Best Sellers” (los de mayor venta). Alguien ha observado que en cualquier semana hay por los menos tres a cinco biografías recomendadas como libros que no son novelas, sino libros verídicos. El mundo siempre ha tenido interés en las historias de sus habitantes. Mientras más famosos sean, más interés despiertan entre los que quieren descubrir sus secretos. Gobernantes antiguos tenían sus escribanos que dejaban constancia de sus proezas. Las Escrituras del Antiguo Testamento contienen detalles de los patriarcas, de los profetas, y de los reyes. En verdad, las biografías bíblicas están entre las más antiguas en existencia. Durante la Edad Media, fueron los monjes que escribían las historias y de ellos sabemos de algunos mártires que murieron defendiendo la verdad. La idea detrás de cualquier biografía es informar y edificar a los lectores después que los años de relevancia hayan pasado. Las buenas biografías pueden ejercer una influencia positiva en la vida de sus lectores.

 

Un famoso autor del siglo 19 escribió que “leer una biografía es más placentero y provechoso de todas las lecturas”, porque nuestra vida es demasiada corta para experimentar todo y aprendemos por la experiencia, aunque sea de otro. Es por medio de leer las biografías bíblicas que llegamos a apreciar cómo la fe motivó a los hombres y mujeres de Dios en antaño para glorificar su nombre. Hebreos 11 contiene una lista parcial de algunos fieles que agradaron a Dios, pues “sin fe es imposible agradar a Dios”. v.6. Comienza el capítulo 11 de Hebreos diciendo “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. La definición de la fe es un poco difícil de captar, pero enseguida se dan nombres de individuos que ejercieron fe en la Palabra de Dios, y muchos vieron la realización de lo que esperaban. La certeza es producto de un conocimiento seguro y claro, que se adhiere a una esperanza y con convicción el individuo procede sin temor de errar, dependiendo solamente de Dios para llevar a cabo lo prometido. Vivieron con la certeza de la esperanza y la convicción de que lo invisible sería manifestado con una realidad. Los héroes de la fe cuyas historias salen en las páginas de la Biblia, son presentados como guiados y dirigidos por la fidelidad de Dios que cumple siempre con lo prometido.

 

Después de dejar en claro que los tales “alcanzaron buen testimonio mediante la fe”, el escritor de la epístola desafía al creyente de hoy; “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.” Hebreos 12:1. La “grande nube de testigos” son los mencionados en el capítulo 11 y nos sirven de estímulo para nuestra fe en este siglo veintiuno. ¿Queremos agradar a Dios? Bueno es recordarnos que “sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. Hebreos 11:6.  –daj