El mundo está acostumbrado a hablar y oír mentiras. ¿Qué tiene la Biblia que decirnos al respecto?

“No hablarás contra tu prójimo falso testimonio” Exodo 20:16
De nuestra propia experiencia debemos reconocer que a veces la mentira parece más conveniente que la verdad, y se ve más atractiva. Hemos visto que la ley dada por el creador al pueblo del pacto, Israel, es un don. Dios no es un ser misterioso a quien nadie sabe cómo agradar. Más bien da instrucciones y enseña claramente lo que él pide de los suyos. Esos son los mandamientos. De la misma manera ahora, Dios claramente en su palabra nos enseña lo que requiere de nosotros. Sin embargo la mentira tiene un poder muy grande.

Dios es un Dios de verdad, y nuestro Señor Jesús personifica la verdad (Juan 8:44, 14:6, 17:17). Dios, desde antiguo requiere de los suyos el hablar verdad. Su pueblo es llamado a ser un pueblo de verdad (Levítico 19, Zacarías 8:16, 3ra Juan 12, Proverbios 14:5, 25; 31:8-9, 2 Corintios 1:17-18). Esto tiene para Dios una importancia fundamental, pues si no hay mentira no hay pecado. Si no hay pecado, no hay Evangelio, así de simple.

Por lo tanto, el cristiano tiene una misión encomendada por Dios de hablar lo que es verdad, lo que es cierto, y también de hablar de parte de la verdad o en representación de la verdad. Tal vez la misión más importante para un cristiano es dar testimonio verdadero acerca de Dios mismo. Dicho de otra manera, la peor mentira que puede contar un cristiano es mentir acerca de Dios. Debemos ser testigos fieles acerca de él: “me seréis testigos” (Hechos 1:8). Así, cuando contamos acerca de un Dios que no es tal, cuando en nuestros actos o palabras decimos acerca de Dios lo que no es cierto, estamos dando falso testimonio contra nuestro prójimo.

La reputación de Dios debe importarnos, pero humanamente, hemos cambiado la verdad de Dios por la mentira (Romanos 1). ¡Cuántas mentiras acerca de Dios!, ¡Cuánto falso testimonio!  Tengamos conciencia de esto y digamos la verdad última siempre, la verdad acerca de nuestro Dios santo, poderoso, Salvador, Juez, que “ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan, por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hechos 17:30-31). –rc

Lectura Diaria:
Levitico 2:1-16 [leer]
/Salmos 99:1-101:8 [leer]
/Hechos 25:13-27 [leer]