Jesús dijo ciertas cosas importantes referentes a nuestra forma de ser generosos. Lea de ellas.
“Cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. Mateo 6:3-4.
En algunos países, las autoridades que quieren impresionar al público con su forma de conducir los asuntos del estado buscan el horario óptimo para poder salir en las noticias televisadas. ¿Quién no ha sido víctima de la media que muchos usan para promover su causa? El Señor Jesús sabía de esta práctica en su día y advirtió: “guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos” Mateo 6:1. Los fariseos eran hombres muy religiosos y buscaban la forma de hacer sus actos de justicia cuando el mayor número de personas estaban presentes para observarlos. Jesús advirtió cuál sería el resultado de buscar la fama de esta manera; “no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”. Es bueno hacer bien pero si uno lo hace para figurar y conseguir aplausos, el Señor dice que tal persona ya recibió su recompensa y no habrá nada más en el cielo.
Algunos en los días de Jesús daban limosnas, pero al igual que pasa hoy en día cuando una donación es dada por una causa, el acto de la entrega se hace ante un público que aplaude en reconocimiento de la buena obra. Jesús dijo debemos hacer todo lo contrario, “cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa” v.2. El texto de cabecera enseña que “tu izquierda no sepa lo que hace tu derecha”, y recomienda que la limosna sea dada “en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público” vv.3-4.
El egoísmo en cada uno de nosotros busca ser tomado en cuenta. Algunos guardan recortes del diario en que su nombre ha sido mencionado. Cuando yo tenía doce años de edad y mis padres no podían llevarnos a veranear por escasez de fondos, un sábado en la noche alguien dejó un sobre con dinero debajo de la puerta, suficiente para cubrir los gastos de dos semanas de vacaciones. Nunca se supo quien fuera el benefactor pero Dios sabe. Hay una gran satisfacción que invade el alma cuando uno puede suplir una necesidad sin que el favorecido sepa de su procedencia. Dios recibió las expresiones de gratitud por lo que un hijo o una hija suya hubiera hecho. Es reconfortante saber que “Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún” Hebreos 6:10. Sirvamos como el Señor nos dice y dejemos el resto a Él. –daj
Lectura Diaria: | ||
1 Samuel 2 [leer]
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/Isaías 44:24-45:25 [leer]
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/2 Corintios 5:11-6:10 [leer]
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