La suegra de Pedro estuvo enferma cuando Jesús llegó a comer en la casa de su yerno. Hablaron de ella al Señor y ejerció su poder para ponerle en condiciones de servir. Hay una lección en esto para nosotros.
“Entonces él se acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la fiebre, y ella les servía.” Marcos 1:31.

Los milagros efectuados por el Señor Jesús mostraron su poder. Se vio uno en la sinagoga en Capernaum cuando un hombre endemoniado fue librado del poder de Satanás para alabar y servir a Dios. La evidencia estuvo a la vista. El mismo poder también puede efectuar cambios en el alma, es decir, en la parte invisible del ser. Los milagros efectuados por el Señor dan evidencia de su poder completo.

Entre los presentes en la sinagoga era Pedro, quien recién había sido llamado a seguir a Cristo para transformarse en pescador de hombres. Ser pescador de hombres significaba un período de aprendizaje en compañía con el Señor. Parece que se acostumbraban a comer después de la reunión en la sinagoga. Jesús había sido invitado a la casa de Pedro para comer. Pero la suegra de Pedro estaba acostada en cama con fiebre. Seguramente ella normalmente ayudaba en los quehaceres de la cocina. Pero ese día, no podía apreciar la comida por su condición de enferma. Los de la casa hicieron bien cuando “le hablaron de ella” a Jesús. ¿Tenemos acaso preocupación cuando hay hermanos o hermanas que por una razón y otra no pueden servir? Es posible que algo en su vida impida que sirvan como antes. ¿Hablamos al Señor sobre los tales?

La enfermedad física de la suegra de Pedro es una figura de lo que pasa en lo espiritual; cuando uno que antes servía ya no está activo. Jesús tuvo poder sobre Satanás en la sinagoga y aquí en la casa tiene autoridad también sobre el cuerpo pues Jesús “reprendió la fiebre” Lucas 4:39. Su poder decisivo e instantáneo causó que “inmediatamente le dejó la fiebre”. Marcos 1:31. Lo inmediato demuestra que el poder de Jesús sobre el ser humano, afiebrado por el pecado y hecho inútil para servir puede hacer un cambio de un momento a otro. La suegra de Pedro inmediatamente estuvo en condiciones de llevar a cabo el deseo de su corazón, es decir, servir al Señor y a los otros. Seguramente la suegra estaba muy agradecida, y con más ganas de llevar a cabo el servicio que antes no podía cumplir. La lección para hoy es que cuando Cristo “atiende” a los creyentes en su estado de enfermos o desanimados, les puede equipar para volver a servirle. –DAJ

Lectura Diaria:
2 Cronicas 30 [leer]
/Ezequiel 46 [leer]
/Juan 21 [leer]