Cuando Jesús salva al pecador, le libra del poder que Satanás ejerce sobre los que durante su vida antes están sujetos a este enemigo de las almas. Lea de un hombre puesto en libertad en Capernaum.
“Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?” Marcos 1:27.

El Señor Jesús llama a los pecadores a fin de que dejen sus pecados para aceptarle como Salvador y servirle como Señor. Cuando una persona se convierte en seguidora de Cristo, halla que hay poder a través de Él que le ayuda a sortear los problemas de la vida. Por cierto el Señor tiene mucho más poder que Satanás. El Señor nos llama a estar enyugados con Él a fin de ser utilizados en actividades de valor eterno. Un día sábado en la ciudad de Capernaum, la gente se reunía en la sinagoga para escuchar la Palabra de Dios. Jesús enseñaba con autoridad y los asistentes se dieron cuenta que era diferente que los escribas. Todos se admiraban de su doctrina.

En la sinagoga el nombre de Dios era respetado, pero un hombre dominado por un espíritu inmundo estaba presente. El término “espíritu inmundo” se usa para indicar el efecto que tiene Satanás sobre una persona. El hombre no estaba en condiciones de estar en la presencia de Dios, ni tampoco en la presencia de Cristo. Los que no son salvos están en el reino de tinieblas y sirven a Satanás. Satanás tiene el efecto de tentar a la inmundicia que está en cada persona. Se ve el efecto en sus palabras, en sus pensamientos y en sus obras. El demonio en el hombre preguntó a Jesús: “¿Has venido para destruirnos?” Los demonios reconocían que les esperaba un día de juicio y también reconocieron que Cristo tenía poder sobre ellos.

El demonio sabía que Jesús era el Santo de Dios. Jesús dio dos órdenes; “Cállate”, pues no necesitaba el testimonio de Satanás. Luego después mandó al demonio salir del hombre. Al librar al endemoniado, la gente podía darse cuenta de que Jesús tenía autoridad y poder sobre Satanás y sus huestes. Jesús tiene la misma autoridad sobre el diablo hoy, es por eso que puede librar a los “que están cautivos a voluntad de él”. 2 Timoteo 2:26. ¿Ha operado en ti el poder libertador de Jesús? –daj

Lectura Diaria:
2 Cronicas 29 [leer]
/Ezequiel 45 [leer]
/Juan 20:19-31 [leer]