En muchos países hay medallas de honor que se otorgan a los soldados que se destacan en su servicio en honor a la patria. Son reconocidos como valientes y los ciudadanos están agradecidos de los tales por lo que hacen para que disfrutemos de la paz. Hay hombres valientes que son nombrados como los que participaron en las guerras con David. Tiene algo que enseñarnos.

 

Todos estos hombres de guerra, dispuestos para guerrear, vinieron con corazón perfecto a Hebrón, para poner a David por rey sobre todo Israel; asimismo todos los demás de Israel estaban de un mismo ánimo para poner a David por rey.” 1 Crónicas 12:38.

 

Después de la muerte del rey Saúl, David comenzó a reinar sobre una sola tribu, la de Judá. Finalmente después de siete años y medio, las otras once tribus se unieron para coronarle rey. Así llegó David a reinar sobre todo Israel. Este reino de las doce tribus continuó intacto durante las vidas de David y su hijo Salomón. El libro de primer Crónicas 12 contiene varios nombres de hombres provenientes de las diferentes tribus porque eran valientes y se detallan sus destrezas para guerrear. Por ejemplo, se nombran los que “estaban armados de arcos, y usaban de ambas manos para tirar piedras con honda y saetas con arco” v.2. “los de Gad (eran)… hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y pavés (lanzas)” v.8.

 

La lista de estos hombres impresiona por su valor en el servicio de David el rey, pues “… estaban listos para la guerra, y vinieron a David en Hebrón” v.23. ¿Cómo sería si tuviéramos a creyentes similares a estos valientes hoy? Seguramente responderían a lo que dice Pablo a Timoteo: “Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado”1 Timoteo 6:12. Efesios 6 nos insta a tomar “toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo” v.13.

 

No solamente sabían pelear, sino también “de los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos” v.32. Necesitamos de hermanos que sean iluminados por el Espíritu Santo para saber cómo responder a los ataques que a veces se desatan en contra de los que son seguidores de Cristo. Había otros “de Zabulón… que salían… dispuestos a pelear sin doblez de corazón” v.33. Las iglesias locales hoy precisan de hermanos y hermanas que tengan las mismas características de los valientes al servicio de David. ¿Será usted uno de ellos? Como Pablo dijo a los Filipenses, “Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa” Filipenses 2:2. –daj

Lectura Diaria:
Levitico 26:1-46 [leer]
/Salmos 140:1-141:10[leer]
/Marcos 10:32-52 [leer]