El tema del Lago de Fuego despierta una diversidad de opiniones. En tres meditaciones vamos a considerar el tema en forma bíblica.

 

“Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? … Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho?” Génesis 3:9, 13.

 

Algunos dicen que el lugar llamado el infierno o el lago de fuego no existe y otros dicen que un Dios justo no mandaría a nadie allá. Hay los que afirman que la vida misma es un infierno, y otros sostienen que la Biblia lo menciona, y por eso es cierto que tal lugar existe. Estamos entre aquellos que aceptamos la Biblia como la Palabra fidedigna de Dios y si la Biblia lo dice, hemos de creerla.

 

Quizás algunos se asustan porque el tema del infierno vaticina un lúgubre porvenir y naturalmente querrán librarse de él. No es para menos, pues quienes sean declarados merecedores de ir al lago de fuego pues serán sus residentes eternos. La Biblia enseña que todo ser humano es una criatura responsable de sus actos delante de su Creador y tendrá que responder ante Él por lo que hizo aquí en la tierra. Todo ser humano que no busca en Dios el perdón de sus pecados rendirá su cuenta ante Dios en el día del juicio. El día del juicio ya está establecido en la agenda divina, según el calendario inmutable de Dios. Aquellos que sean declarados culpables en este juicio recibirán el castigo correspondiente que el Dios vivo y verdadero impone – ser echado al lago de fuego. “Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” Apocalipsis 20:15.

 

El castigo será merecido y eterno pues los que se negaron a aceptar a Cristo como a su Salvador han rechazado su oferta de misericordia. Dios desplegó el atributo de su Autoridad Suprema cuando Adán y Eva pecaron en el huerto de Edén. Allí los dos respondieron ante Jehová por lo que habían hecho. Allí mismo tuvieron que rendir cuenta por su pecado cuando hicieron la insinuación del diablo y desobedecieron a Dios. Al igual que en el caso de Adán y Eva, cada ser humano es responsable de rendir cuenta ante Dios. En el caso de los incrédulos, esta rendición de cuenta será en el día del juicio, ante el Gran Trono Blanco. “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras” Apocalipsis 20:12. (Continuará) –daj

 

Lectura Diaria:
Exodo 21:1-36 [leer]
/Salmos 62:1-63:11 [leer]
/Hechos 11:19-30 [leer]