Deshonrar al padre y a la madre es deshonrar al creador que nos hizo. Sigamos considerando estas verdades expresadas en el quinto mandamiento.

“Yo sé que Abraham mandará a sus hijos” Génesis 18:19

Actualmente el rol del padre con sus hijos se estima que va desde el nacimiento hasta la graduación. Al menos, así es la idealización en la mayoría del mundo occidental. No obstante, el rol del padre bíblico parte desde el, pasando hacia los hijos y alcanza hasta los nietos. De hecho tiene responsabilidad y debe manifestar preocupación por el bien espiritual de su descendencia más allá de sus hijos: dice Dios refiriéndose a Abraham “Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio” (Génesis 18:19). El padre tiene la responsabilidad de amar, cuidar, proveer, acoger, proteger, enseñar, disciplinar. Criar en disciplina y amonestación del Señor, para traer gloria al creador, Dios.

También está el rol de maestro o enseñador. Este es el primer rol del padre cristiano. Educar y enseñar en cada oportunidad, con sabiduría. Este debe ser un rol intencional, didáctico, constante y consistente, repetido. No siempre es fácil. El padre hebreo debía transmitir a sus hijos la idea de que este era parte de la promesa divina porque era parte de esa familia. Como tal, debía vivir como hijo de esta promesa, para que sus días se prolongaran (ver Josué 4). Es de destacar que la memoria jugaba un rol trascendental. ¿Cómo están nuestras memorias espirituales? ¿Estamos traspasando a nuestros hijos vivencias que pueden atesorar y luego evocar con devoción? –rc

 

Lectura Diaria:
Génesis 29:1-35 [leer]
/Job 38:1-39:30 [leer]
/Mateo 15:29-16:12 [leer]