¿Ha visto como afinan el piano? Yo lo he vista con el instrumento que tenemos en casa. El método tiene una lección espiritual para nosotros los creyentes. Lea de ella.
“Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa.”Filipenses 2:2
El instrumento que se usa para afinar los pianos se llama el diapasón. Es hecho de acero en forma de horquilla. Al ser golpeado produce el sonido de la nota LA. Con ésta, se afinan los instrumentos musicales. Si pudiéramos afinar cien pianos, usando el mismo diapasón, cada uno produciría el mismo tono al tocar el mismo teclado. Todos estarían afinados entre sí. El afinamiento se hace en relación a un instrumento separado del piano mismo, pero influye soberanamente en él. Y si pudiéramos hacer que todos los pianos afinados fuesen tocados al mismo tiempo, no saldría ninguna nota discordante. ¡Qué lindo sería si se lograra tal unión de expresión sonora entre las personas!
Hay un secreto de la Biblia para que se produzca tal unidad de expresión entre los cristianos. Juan el apóstol dice en su primera carta: “Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido” 1a Juan 1:3, 4. A través del evangelio, llegamos a saber que Dios quiere tener comunión con nosotros. Y habiendo sido establecida la comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo, ya comienza la obra de afinamiento en el corazón del cristiano. En el poder del Espíritu Santo, los hijos de Dios piensan, hablan y actúan de la misma manera. Y cuando se reúnen como iglesia local, los instrumentos humanos que son objetos de la gracia de Dios, son tocados para producir el sonido de la adoración. Cuando todo está bien, no salen palabras discordantes, ni pensamientos desafinados.
Al igual que los pianos afinados con el mismo aparato, los creyentes dan un sonido acorde con los demás. El diapasón en el caso del piano ejerce su soberanía, tal como el Espíritu Santo ejerce su soberanía en el corazón de los hijos de Dios. Cuando los cristianos están disfrutando de la comunión con el Padre y con el Hijo, se gozan de comunión entre sí. Cantan, sirven, adoran, y trabajan al unísono. La responsabilidad es nuestra. Debemos permitir que el Espíritu Santo nos afine para poder manifestar la unidad del pueblo de Dios. El piano es dócil bajo la mano del afinador, y Dios espera que sus hijos sean iguales bajo el control del Espíritu Santo. –DAJ
Lectura Diaria: | ||
Exodo 28:15-43 [leer]
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/Salmos 74:1-75:10 [leer]
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/Hechos 16:16-40 [leer]
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