Estimados lectores:
Hoy recordamos la partida de un hombre de Dios. Ayer se cumplieron tres años desde que pasó a la presencia del Señor nuestro amado hermano don David Jones. Sirvió al Señor y desde San Felipe a todas las asambleas de Chile y también del extranjero.
Su labor desde el púlpito, desde su programa radial y los últimos años además a través de internet tenían su contraparte en el trabajo personal y pastoral. Siempre con energía y una sonrisa en su rostro, no vaciló nunca en presentar la verdad bíblica en todo lugar y frente a toda circunstancia. Compasivo y cariñoso, solía hacerse amigo de niños y jóvenes a quienes encantaba con su alegría y chispa. Siempre alegre, toda historia le parecía “muy interesante”, aunque para otros fuera una situación común.
Amó a Chile y cuando se le tocaba el tema, solía decir que deseaba terminar sus días en tierra chilena, sirviendo al Señor, mas no pudo cumplir este deseo último: “a mí que me entierren en cualquier parte de este país”, me dijo una vez. También, recuerdo que una vez un misionero de otra denominación le preguntó (a él y a su esposa, la Sra. Evelyn): “y ustedes… ¿cuándo se retiran?” La respuesta de don David no dejò lugar a dudas: “Nunca; tenemos un compromiso de por vida con la obra del Señor en este país”, y así fue.
Ya enfermo, su actitud y disposición en el hospital, tanto en Chile como en sus últimas semanas en Canadá, marcaron fuertemente a todos quienes tuvieron que ver con su atención. Hasta el final vivió su fe cristiana como fiel siervo de Dios, impactando a sus médicos y enfermeras con su testimonio pese a su progresiva enfermedad y los dolores que esta le provocaba. Nunca se quejó aunque lo pasó muy mal a veces. Uno de esos días más complicados me dijo: “he pasado por el valle de sombra de muerte”, mas sintió lo que David sintió cuando escribió “Tú estarás conmigo” (Salmo 23:4).
Fue precedido en su partida al cielo por su esposa la Sra. Evelyn, pocos años antes. Luego contrajo matrimonio con la Sra. Margaret, quien le acompañó y cuidó con esmero durante sus últimos años y en su enfermedad. Saludamos a la Sra. Margarita y a sus hijos Kathy, Barbara, Dawna-Lynn y David. –rc
Lectura Diaria: | ||
2 Samuel 2 [leer]
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/Miqueas 4:9-5:15 [leer]
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/Romanos 11:1-12 [leer]
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