La vida y sus incógnitas (2)

El mundo posmoderno dice que no hay verdad absoluta y enseña que cada uno tiene que decidir por su mismo sobre la moralidad. Miremos lo que dice la Biblia.

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” Juan 17:17

Es interesante notar que muchas personas en sus tiempos de reflexión quieren saber de su origen, del significado de la vida, de la moralidad, y de su destino en la eternidad. Dios es nuestro Creador y quiere salvar al pecador para que fuésemos “hechos conformes a la imagen de su Hijo” Romanos 8:29. Dios reveló en los diez mandamientos el nivel de moralidad que espera ver en el ser humano. La ley es como un espejo que revela las manchas en la cara sin poder limpiarlas. La ley tiene el propósito de enseñarnos de la santidad de Dios, y de nuestra pecaminosidad. Sirve como ayo o maestro para que el pecador se de cuenta de su necesidad de un redentor. Es allí donde el evangelio presenta a Jesucristo como el Salvador y como a través de él, podemos vivir una vida agradable a Dios.

La Biblia revela que el pecado es universal. Nada se escapa del veredicto divino: “por cuanto TODOS PECARON, y están destituidos de la gloria de Dios,” Romanos 3:23. La Biblia también revela que debido a esta condición de baja moralidad, hay consecuencias; “la paga del pecado es muerte.” Romanos 6:23. Sin embargo, el mismo versículo agrega un rayo de esperanza, “mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” La vida eterna es un regalo que Dios ofrece y espera que el pecador lo acepte por fe. El Señor Jesucristo resucitado es Aquel por quien recibimos la vida creyendo que en su muerte pagó por nuestro pecado y como resucitado, puede darnos vida eterna.

El mundo posmoderno dice que no hay verdad absoluta y enseña que cada uno tiene que decidir por su mismo sobre la moralidad. Dice que uno puede opinar sobre lo que es bueno y lo que es malo. Algunos piensan que no hay una palabra final al respecto. NO ES ASÍ. El mismo Señor Jesucristo dijo al Padre en su oración, “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” Juan 17:17. Si Dios declara que el ser humano es “destituido de la gloria de Dios”, no hay argumento válido en contra de esto, pues Dios dice la verdad. “Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” 1 Samuel 16:7. Gracias a Dios porque podemos hallar en su Palabra todo lo que tenemos que saber de la vida y sus incógnitas. El glorioso Salvador nos llena de luz y el Espíritu Santo nos anima a vivir según la santidad que Dios desea ver en sus criaturas. “No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” Efesios 4:30

–daj