“Acordaos de la mujer de Lot” Lucas 17:32

Esta es una advertencia solemne. Una mujer que fue casi salvada, pero que se perdió completamente. Casi salvada, aparece en la historia del Génesis 19 para desaparecer de nuevo. Tan pronto se menciona, su persona se desvanece. La ciudad en llamas estaba detrás, los ángeles le habían señalado la salida, su esposo e hijos van a su lado, el refugio escogido no está lejos, quizá a la vista… No obstante, casi salvada, pereció.

Esta mujer fue privilegiada, tenía un marido que era un hombre de fe y justo (2 Pedro 2:7), recibió visitantes celestiales,  recibió una advertencia divina, vió a los malvados ser castigados.

Su situación se parece a la de muchos en el día de hoy. Han escuchado el evangelio, del juicio que viene, de la vida eterna y el perdón de los pecados que se recibe gratuitamente por creer en Cristo. Tal vez tienen conocidos y familiares que también han escuchado lo mismo y que han creído, pero algunos han oído la advertencia divina, conocen del juicio de Dios, y sin embargo se pierden, muy cerca de haber obtenido la salvación. Esta mujer tuvo la oportunidad de ser salva pero la desperdició y el Señor Jesucristo le menciona como ejemplo terrible. Es una señal de alerta y de admonición, y la estatua de sal permanece como recordatorio en la historia sagrada para todos quienes tienen la salvación al alcance por haber leído o escuchado el evangelio, pero que han desechado el mensaje.

¿Cuál fue el problema de la mujer de Lot? Actuó evidentemente impulsada por sentimientos y no por fe. Sin convicción, actuó bajo el impulso de la incredulidad y desestimó la advertencia divina. Por lo mismo su castigo fue repentino, en el momento preciso, de acuerdo con la ley de Dios y ejemplar.

Jesús advierte “acordaos”, para que el pecador se acerque a Dios sin tardanza, sin mirar atrás, y sin temor. La tardanza en obedecer a Dios es una provocación (Hebreos 3:8, 15) y un pecado peligroso. Hagamos caso de este ejemplo que ha quedado para nosotros de labios del mismo Señor Jesús. Acordémonos de la mujer de Lot con reflexión, meditación, temor santo y reverencia. El “acordarse” implica primero creer en el Señor Jesucristo y recibirle como su salvador personal. Para el cristiano, la mujer de Lot le llama a atender a la palabra de Dios en forma presta y obediente,  rc

Lectura Diaria:
2 Samuel 24 [leer]
/Jeremías 8 [leer]
/Efesios 2:11-22 [leer]