“Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos” Isaías 46:9

En el capítulo 46 de Isaías vemos una muestra de la energía que Dios puso en mostrar a Israel lo alejados que habían estado de él. Les ha reprendido por generaciones pero este pueblo insiste en ir tras dioses falsos y adorar ídolos. Les muestra lo insensato del esfuerzo de fabricar una imagen y peor aún, postrarse delante de ella. En su afán por librarles del juicio que viene Dios les exhorta a que recuerden lo que ha sucedido en antaño y le miren a él como el único y poderoso Dios, su omnisciencia y sabiduría.

El llamado que hace Dios a Israel a acordarse de lo que sucedió antes debiera hacer reflexionar al hombre actual. Dios nunca se ha quedado quieto con el juicio para con el pecado. Castigó al hombre cuando desobedeció (Génesis 3:16-19), castigó al hombre con el diluvio (Génesis 6-7), castigó a Egipto por no atender a su palabra (Éxodo 12-13). Siempre mostrando su poder y autoridad, pero Israel lo olvidó o desestimó. El hombre actual también ignora a Dios. Se ha provisto de explicaciones racionales para todo lo que ve y niega lo que la Biblia ha dicho. La posición que ha tomado es muy peligrosa pues está expuesto al juicio inminente de Dios. Esta actitud la describe muy claramente el apóstol Pedro: “En los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias,  y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación” (2 Pedro 3:3-4).

Los acontecimientos pasados están registrados en la Escritura para nuestra advertencia y enseñanza. Dios nunca estuvo ni ha estado inmóvil frente al pecado. Por eso llegará el día del juicio, el cual él ha retardado en su paciencia (2 Pedro 3:9) dando tiempo al hombre para que se arrepienta y sea salvo. En el tiempo de Isaías finalmente se cumplieron sus advertencias e Israel fue llevado en cautividad a Babilonia. No se acordaron de las cosas pasadas, antes desconocieron la palabra de Dios. En el día de hoy tenemos la palabra que nos habla de un día futuro de juicio y castigo (2 Pedro 3:12). El llamado es, sin embargo, a esperar estos eventos habiendo recibido al Señor Jesucristo como el salvador personal (Juan 5:24). Las cosas pasadas nos atestiguan que Dios cumplirá lo que ha anunciado. En el presente, “la paciencia de nuestro Señor es para salvación”, dice Pedro (2 Pedro 3:12). ¿Qué actitud tomará el lector? ¿Se acordará de las cosas pasadas y será sabio atendiendo al llamado de Dios a la conversión? rc

(Continúa)

Lectura Diaria:
Jueces 2:6-3:4 [leer]
/Isaías 22:15-23:18 [leer]
/1 Corintios 2 [leer]