Ningún hijo de Dios sabe a ciencia cierta cómo será el cielo, pero el Señor Jesucristo ya está allí y eso nos reconforta.

“Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” Salmo 27:4

 

Un hombre enfermo se despedía de su doctor. Antes de salir, dijo, “Doctor, francamente tengo miedo de morir. No sé lo que hay al otro lado de la muerte. ¿Acaso Ud. sabe?” El doctor con mucha calma dijo: “Yo no sé.” “Pero doctor,” replicó el enfermo, “Ud. es hombre cristiano y ¿no sabe lo que hay al otro lado de la muerte?” El doctor en este momento tenía la manilla de la puerta tomada por su mano cuando se escuchó el ruido inconfundible de un perro gimiendo mientras pasaba su pata por encima de la madera. El doctor abrió la puerta y el perro regalón del doctor entró saltando sobre su dueño.

 

El doctor se dirigió al paciente antes que saliera y le preguntó, “¿Vio mi perro? No sé como llegó acá y que yo sepa, nunca ha estado en esta pieza antes. No sabía lo que había aquí adentro excepto solo sabía que su amo estaba. Y cuando abrí la puerta, entró sin temor porque quería verme a mí.” El hombre enfermo escuchó con atención mientras el doctor siguió: “Yo no sé lo que hay al otro lado de la muerte, pero sé que mi Maestro está allí. Sé que Jesucristo mi Salvador y Señor está allá y esto me basta. No tengo temor de pasar al otro lado.

 

Ningún hijo de Dios sabe a ciencia cierta cómo será el cielo, pero el Señor Jesucristo ya está allí. Es reconfortante lo que dijo Jesús, “vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.” Juan 14:19. Muchos hemos cantado el himno, “Cara a cara espero verle, más allá del cielo azul”, y el anhelo de todo cristiano es partir y estar con Cristo. Las palabras del apóstol Pablo nos animan: “Para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia… teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor;” Filipenses 1:21, 24. “Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial.” 2 Corintios 5:2. Basta para el cristiano saber que Cristo está al otro lado de la muerte. No hay nada que temer.

–daj

Lectura Diaria:
Josué 13 [leer]
/Isaías 9:8-10:4 [leer]
/Lucas 24:36-53 [leer]