Todo cristiano debe querer vivir su vida en comunión con Dios, o sea, “tomado de la mano de Dios”. Hay un texto bíblico que explica lo que espera. Léalo en la meditación de hoy.
“Pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis como señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos…. Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo para que los cumpláis, y si amareis a Jehová vuestro Dios, andando en todos sus caminos, y siguiéndole a él” Deuteronomio 11:18, 22.

 

Moisés hizo entrega de una lista de requerimientos para los Israelitas de parte de Dios. Fueron requerimientos que venían comunicados en palabras, las cuales debían anidarse en el corazón y en el alma. Estas instrucciones divinas no habían ni han de ser guardadas en un estante, como un libro para ser consultado en tiempo de necesidad. Más bien deben de estar presentes en la mente siempre.

Por ejemplo, deben estar presentes durante el día en el momento de descanso, “cuando te sientes en tu casa,” y también en medio de las actividades cotidianas, “cuando andes por el camino”. Deben ser tomadas en cuenta al final de la jornada, “cuando te acuestas”, y deben estar presentes en la mente al comenzar el día, “cuando te levantes”. Deben ser halladas en los labios de los padres, “las enseñarás a vuestros hijos,” No solamente deben estar en la boca, sino también delante de la vista, escritas sobre “los postes de tu casa, y tus puertas”. Hay bendición prometida para quienes pongan por obra estas instrucciones en su vida.

Dios no deja al que le sirve escoger cuáles de los mandamientos entre todos quisiera aplicar a su vida. Antes bien, el hijo de Dios por amor buscará agradar a Dios en todo “andando en TODOS sus caminos” (v.22). Todo esto significa una variedad de actividades por las cuales Dios es honrado en la vida del creyente en Cristo.

Él espera que su honor sea primordial en nuestra vida diaria, mientras andamos en sus caminos. ¿De qué manera podemos poner por obra lo que Dios desea de nosotros? El Señor Jesús anduvo haciendo bien y los evangelios relatan su constante disposición de aliviar el dolor, de confortar a los tristes, y proveer para los necesitados. Cuando el hijo de Dios se guía por la Palabra de Dios, experimenta la bendición de andar en los caminos que el Padre traza, sintiendo satisfacción y paz espiritual en el acto de obediencia. ¿La está experimentado Ud.? –daj

Lectura Diaria:
Levitico 6:8-7:10 [leer]
/Salmos 106:1-48 [leer]
/Hechos 28:1-16 [leer]