Hay tiempos halagüeños en nuestra vida como también los hay ingratos. En ciertos momentos necesitamos unas palabras de apoyo para ser animado a seguir adelante. “Les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.” Lucas 18:1.

Lo dicho por el Señor Jesús al comenzar la parábola del juez injusto es un estímulo a la oración. Lucas, el médico amado, incluyó esta “receta” en su evangelio. Debemos orar cuando tenemos ganas de ponernos en contacto con Dios, y también cuando las ganas faltan. Como dice el himno, “¿Te hallas débil y oprimido – De cuidados y temor? – A Jesús refugio eterno, – Dile todo en oración. – ¿Te desprecian tus amigos? – Cuéntale en oración; – En sus brazos de amor tierno – Paz tendrá tu corazón”. Tenemos tanta necesidad de Dios cuando las cosas marchan bien, como cuando se ponen al revés. Satanás sugirió que Job solamente temía a Dios en tiempos de prosperidad. “Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra” Job 1:9-10. Satanás sugería que si las condiciones fuesen al revés, Job dejaría de depender del Todopoderoso. “Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia” Job 1:11. Satanás revela su ignorancia acerca del poder de Dios en la vida de un individuo que está comprometido con su Creador. Cuando Dios permitió que su siervo Job sufriera pérdidas incalculables, ¿cuál fue el efecto producido en él?  Job no dejó de ser leal a Dios, pues le necesitaba en todas sus circunstancias. “Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” Job 1:20-21.

La fe en Dios reconoce que sus caminos son perfectos. “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” Romanos 11:33. “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” Isaías 26:3. Cuando el Señor Jesús dijo que debemos orar siempre y no desmayar, puso el ejemplo del juez injusto que “ni temía a Dios, ni respetaba a hombre” Lucas 18:2. La mujer no pedía otra cosa que “Hazme justicia de mi adversario”. El juez se demoró en considerar el caso y por fin dijo: “porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia”.  Su razón para atenderla no fue nada digno de un juez. En su resumen, el Señor Jesús dijo “¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia” vv.7-8.

Es un aliciente para orar siempre y no desmayar. Es posible que algunas oraciones sean demoradas en ser contestadas, pero Dios no es como el juez injusto. Para Él, las peticiones hechas a través de la oración no son molestas. Hay lindos incentivos en la Biblia para orar. Por ejemplo, “por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús” Filipenses 4:6-7. El creyente mira arriba desde donde viene su socorro, “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe” Hebreos 12:2. Cuántas veces, desanimados, colapsamos en el camino, y todo parece tan desesperante. ¿Orar?  Pero no tengo ganas. El Señor  nos asegura: “Yo contigo estoy, mi hijo, pues nunca te dejo a solas”. Ánimo pues, hermano, aunque cansado estés. Dios extiende su mano para levantar, para sostener, y para llevarte adelante”. Orar siempre y no desmayar.  –DAJ

Lectura Diaria:
1 Cronicas 16 [leer]
/Ezequiel 16:35-63 [leer]
/Juan 6:1-21 [leer]