El mundo actual deja poco tiempo para sentarse quietamente y reflexionar. Dios quiere nuestra atención; “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios” Salmo 46:10. Lea la razón por qué.
“Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que Jehová es Dios arriba en el cielo y abajo en la tierra, y no hay otro.” Deuteronomio 4:39.

El libro de Deuteronomio contiene cuatro discursos que entregó Moisés al pueblo de Israel antes de que él muriera. Los israelitas se preparaban para entrar en la tierra que Jehová les había prometido. Moisés entregó las instrucciones acerca de lo que debiera ser su comportamiento al comenzar una nueva etapa de su existencia. Su llegada a Canaán cuarenta años después de abandonar Egipto sería el comienzo de su vida nacional y el libro de Deuteronomio es la constitución que ha de regir en el país. Deuteronomio 4:45 dice: “Éstos son los testimonios, los estatutos y los decretos que habló Moisés a los hijos de Israel cuando salieron de Egipto; a este lado del Jordán”.

El contenido de lo que Moisés entregó no debiera ser tratado como las noticias escuchadas en la radio y leídas en el diario. La mayoría de nosotros apenas nos acordamos de lo que escuchamos o leímos ayer. Las noticias fueron interesantes en su momento, pero son como pan añejo que se bota pues es de ayer y buscamos las últimas noticias de hoy. Para evitar que las leyes fuesen olvidadas, Moisés llamó al pueblo a APRENDER y REFLEXIONAR en su corazón. Los israelitas habían de considerar las lecciones derivadas de la historia pasada y percibir lo que les había conducido a los fracasos y los éxitos. Es Dios mismo que desea que reflexionen, o que traigan de vuelta a su corazón lo que Jehová les había mostrado. Había demostrado su poder y la bendición que resultaba cuando le obedecían. También había de traer a su corazón los reveses que ocurrieron cuando desobedecieron. No hay excusa para ser ignorante.

Moisés les recuerda que Jehová es Dios en todas partes, sea el cielo arriba o abajo en la tierra. Es omnipresente y al entrar en la tierra, no les iba a dejar solos pues su cometido de acompañarles no terminaba con la llegada a su destino. Tenían que aprender y reflexionar sobre el hecho de que “Jehová es Dios… y no hay otro”. No iban a encontrar a otro Dios en Canaán. Iban a encontrar dioses falsos e ídolos paganos, pero el Dios que les trajo de Egipto iba a seguir con ellos para siempre. Moisés había dicho anteriormente que “Dios misericordioso es Jehová tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres” Deuteronomio 4:31. Seguir la exhortación de aprender y reflexionar es saludable para nosotros también. Requiere tiempo para estar a solas con Dios, sin las distracciones que el mundo ofrece. Tome tiempo de pasar tiempo en la presencia de Dios hoy día a fin de Aprender y Reflexionar. –daj

Lectura Diaria:
2 Samuel 8-9 [leer]
/Habacuc 1 [leer]
/Romanos 14:19-15:13 [leer]