Bernabé era un hombre que acompañó a Pablo en su primer viaje misionero. Bernabé no era su nombre original, sino José. Los apóstoles le dieron este nombre como apodo. ¿Cuáles serían las razones por qué?

“José, a quien los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, Hijo de consolación), levita, natural de Chipre” Hechos 4:36.

Hay ciertos personajes bíblicos a quienes a mí me habrían gustado conocer. Por supuesto a la cabeza de la lista está el Señor Jesucristo, pero Él está en una clase aparte. Gracias a Dios podemos conocerle como Señor y Salvador por medio de la fe. Por medio de Él recibimos el perdón de pecados y una nueva vida. Además de Jesús, me habría gustado conocer a Abel y Abraham. ¿Y qué me dice de José, hijo de Jacob o de Josué de destacada trayectoria, primero como ayudante de Moisés durante casi treinta y ocho años, y luego líder del pueblo en su entrada a la tierra de Canaán? Entre los reyes figuran David y Josías. Entre los profetas vienen a la mente Elías y Daniel.

En el Nuevo Testamento Juan el apóstol y Pedro son personajes interesantes. Parece que hay muchos que tienen planes de conversar con Pablo cuando lleguen al cielo. Su compañero Bernabé es un personaje que merece consideración. En realidad su nombre era José, pero algo en su carácter llevó a los apóstoles a apodarle Bernabé que significa hijo de consolación. Uno quisiera saber las razones que les llevaron a aplicar este nombre a él. Bernabé era un hombre generoso pues tenía una heredad que vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles, Hechos 4:37. No trató de distribuir el dinero por su propia cuenta, sino lo dejó en manos de los apóstoles. Era un hombre sensible pues cuando Pablo llegó por primera vez a Jerusalén después de convertirse, los hermanos tenían miedo de este famoso “perseguidor”. Bernabé “lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús” Hechos 9:27.

Bernabé supo comprometerse con un amigo para que fuera aceptado y no rechazado. Cuando a Jerusalén llegó la noticia de que en la ciudad de Antioquía había gentiles convertidos, ¿a quién enviaron para verificarlo? “Enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía” Hechos 11:22. Bernabé era hombre fiel. A pesar de la reticencia de los judíos en Jerusalén de aceptar que fuera posible que los gentiles se convirtieran a Jesús, este hombre reconoció que Dios había obrado entre los gentiles y “se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor” Hechos 11:23. Estas características atractivas nos hacen pensar en el valor de este hermano precioso, compasivo y alguien que vivía en comunión con Dios.  (Continuara) –daj

Lectura Diaria:
1 Samuel 21-22 [leer]
/Isaías 61 [leer]
/Romanos 6:1-14 [leer]