Cuando Pablo se convirtió, empezó a predicar a Cristo en la sinagogas, “diciendo que este esa el Hijo de Dios” (Hechos 9:20). Aprendamos de su ejemplo.

“Viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” Hechos 4:13

 

Quizás para nosotros en el día de hoy, viviendo en países donde hay libertad para expresarnos libremente en cuanto a nuestra fe en Cristo, pensamos que Pablo hacía algo muy natural: habló de su fe en Cristo. Pero acordémonos que en las sinagogas, había muchos elementos contrarios a los cristianos y predicar en las sinagogas en presencia de los judíos, es como una persona que pone la cabeza en boca del león. “Y todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que asolaba en Jerusalén a los que invocan este nombre, y a eso vino acá, para llevarlos preso ante los principales sacerdotes?” v.21. Los asistentes a las sinagogas estaban informados acerca de sus planes en ir a Damasco, pero al parecer “se había dado vuelta la chaqueta” y ahora está diciendo que Cristo en verdad está VIVO.

 

 

Los judíos en las sinagogas estaban confundidos pues con gran habilidad Pablo demostraba “que Jesús era el Cristo”. Esto siempre pasa con la gente que se convierte. En sus días antes de reconocer en Cristo el poder salvador, actúa de una manera. Tan pronto que se da cuenta de su condición de pecador delante de Dios y hallan en Cristo el perdón de pecados y se convierten a Él, empiezan a obedecerle a Él, y esto significa una nueva manera de comportarse. Pablo el apóstol es un ejemplo destacado de esto. Antes era perseguidor, y ahora predicador.

 

¿Acaso hay personas que dicen haberse convertido a Cristo pero en sus vidas hay pocos cambios? ¿Puede acaso la gente con quien Ud. trabaja detectar una diferencia en su actitud o modo de hablar? ¿Tienes tú un aroma o perfume de Cristo? Si no ha habido cambio en tu vida, se puede dudar de la realidad de la salvación que profesas tener. Cristo dice que sus ovejas oyen su voz y le siguen. Si tú has encontrado en Cristo la salvación, Él, como el Buen Pastor, espera que como OVEJA obediente, estés siguiendo su voz. Esto incluirá el primer paso de obediencia que es el bautismo y someterte al control de Él en tu vida. Se notará en su modo de ser. La vida cristiana es para ser vivida. Afecta no solamente tu manera de hablar, sino también en las palabras que escoges para hablar. Se admiraron de Pablo y los cambios en él. ¿Lo mismo pasa en la vida tuya?   -daj

Lectura Diaria:
Deuteronomio 32:15-52[leer]
/Oseas 2:1-3:5 [leer]
/Lucas 17:20-18:42 [leer]