Si pidiéramos que usted contestara la pregunta en el título de esta meditación,  ¿cuál sería su respuesta? No tiene que ser una definición con palabras grandilocuentes, sino palabras sencillas bastarían; palabras como amante, bondadoso, misericordioso y deseoso de salvarnos. Jamás podríamos agotar el tema, pero es posible conocer a Dios y disfrutar de su presencia en nuestra vida.

 

No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío.” Jeremías 10:6.

 

Entre las variadas actividades evangelísticas a que se dedican los cristianos, el reparto de literatura es uno que cualquier puede hacer. La reacción de las personas a quienes se les ofrece un tratado no siempre es la más cortés, aunque sean pocas las que abiertamente rechazan el tratado ofrecido. Sería interesante hacer una pregunta a los que aceptan el tratado acerca de lo que creen acerca de Dios. ¿Quién es Dios? O ¿Qué significa para usted ser una persona espiritual o salvada?

 

Tales preguntas fueron hechas en una ciudad norteamericana. Centenares de personas fueron entrevistadas, incluyendo autores de libros, y otras personas que caminaban por las calles. Una hermana tomó tiempo para escuchar las entrevistas y en la mayoría de los casos, no había nada claro. Al final la hermana se tomó la cabeza en las manos diciendo, “¡Qué contradicción! ¡Es un caos!” Sea Norteamérica, sea Sudamérica, o sea Europa u otro continente, las respuestas seguramente serían similares en todas partes. Me gustaría escuchar una respuesta como “No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío.” Muchos no saben cómo es Dios. “¿Quién no te temerá, oh Rey de las naciones? Porque a ti es debido el temor; porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay semejante a ti. Todos se infatuarán y entontecerán. Enseñanza de vanidades es el leño” (o, doctrinas vacías) Jeremías 10:7-8.

 

Muchos dicen que creen en Dios, pero ¿realmente le conocen? ¿Le conocen como el Dios de misericordia como es presentado en la Biblia? ¿Le conocen como él que quiere dar vida eterna a través del Señor Jesús? Desafortunadamente hay muchos que “habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido” Romanos 1:21. La experiencia de los que predicamos el evangelio corrobora lo que escribió Pablo. Hay personas que dicen que conocen a Dios pero su definición dista mucho de la realidad. Hablan más de lo que Él debe hacer y no de como Él es. La muerte de un ser querido es un evento que revela lo que cree la gente acerca de Dios. La muerte de alguien es como una llamada a despertarse para considerar la fragilidad de la vida que ha de continuar para siempre más allá de la muerte. El mensaje en el servicio fúnebre debe contestar las preguntas en la mente de los asistentes. En vez de hablar mucho sobre el difunto que ya partió, debemos apelar a los vivos para que consideren su propio futuro. Quedan solamente los restos mortales pues la persona muerta ha ido o al cielo, o al infierno. Si aceptó a Cristo como Salvador durante su vida, está ausente de su cuerpo, y presente al Señor. Pero si nunca conoció a Dios como Salvador, está en el infierno. Jesucristo dijo: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado” Juan 17:3. Tomando tiempo para considerar estas verdades es la única forma de saber CÓMO ES DIOS. –daj

 

Lectura Diaria:
2 Samuel 12 [leer]
/Habacuc 3 [leer]
/Romanos 16 [leer]