Todos apreciamos la bendición de tener buena visión. Hemos observado cuán difícil es para aquellos que andan con la vista deteriorada. Pero hay que tomar en cuenta la vista espiritual para poder andar sin tropezar hoy. Lea el secreto.
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. Juan 1:14.

Todos valoramos la apreciada facultad que Dios nos ha dado para ver. Algunos de nosotros necesitamos la ayuda de anteojos para ver claramente. Otros desafortunadamente han perdido su vista debido a la vejez o alguna enfermedad. No queremos que nuestra vista se deteriorare. Supongo que Ud. puede leer esta letra y ojalá que sea sin problemas. En la Biblia leemos de Elí que fue guía del pueblo de Israel, funcionando como sacerdote. Las cosas no andaban bien en el país debido en parte a una debilidad en Eli. Cuando debía haber dado buenos consejos y emitido advertencias, se quedó mudo. La situación fue deplorable pues dentro de su propia familia había pecado grosero cometido por sus hijos.

En su vejez, Eli tuvo a Samuel de ayudante cuando éste era muy joven. Dios estaba por hacer algo importante con Samuel debido a la condición del pueblo y también por la situación de Eli quien “acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse de modo que no podía ver” 1 Samuel 3:2. Samuel ya estaba durmiendo cuando Jehová le llamó. Pensó que fuera Eli que le llamaba y después de correr a preguntar qué es lo que quería, a la tercera vez Eli detectó que Jehová llamaba al joven y le instruyó qué debiera decir si Jehová llamara otra vez. Se destaca la condición de los ojos de Eli, pero en realidad al anciano le había faltado visión espiritual para ver la condición de su familia y el pueblo. Unos años antes no supo apreciar que Ana, la madre de Samuel estuviera orando y supuso que estaba ebria. Su visión espiritual estaba tan mal que se equivocó con una mujer devota y sincera.

Los hijos de Eli cometían fornicación “con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión” 1 Samuel 2:22. Su visión espiritual estaba tan mal que no les reprendió como correspondía. El pueblo deslizaba hacia la perversión e idolatría. Parece que la falta de visión física se reflejaba en su falta de visión spiritual. Es triste cuando los hijos de Dios no captan la gravedad de ciertos pecados. Es como si no ven lo que pasa a su alrededor. En ciertas iglesias permiten prácticas que no honran a Dios y ciertas doctrinas sufren un deterioro cuando introducen interpretaciones inexactas. Cuidemos nuestros ojos espirituales. Fijémonos en Cristo Jesús. Agudice la vista para enfocar a nuestro Señor. El remedio es que veamos “a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos” Hebreos 2:9. Juan se mantuvo fiel pues como dice el texto de cabecera, “vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” Juan 1:14. –daj

Lectura Diaria:
2 Cronicas 16-17 [leer]
/Ezequiel 37 [leer]
/Juan 15:1-16 [leer]