El ser humano tiene muchas preguntas. Dependiendo de su edad, su madurez y sus circunstancias, las preguntas van haciéndose más profundas. Sin embargo, no importa cómo ni qué contenido tengan, lo cierto es que Cristo es la respuesta a todas las interrogantes de hombre. Esto es mucho más que una frase retórica, o filosófica abstracta o sin sentido práctico.

“Y vosotros estáis completos en él” Colosenses 2:9

Cuando queremos conocer lo que es la obra de Dios por los hombres, tenemos a Cristo, “El es la propiciación” (1 Juan 2:2). Cuando queremos conocer acerca del futuro y la resurrección, tenemos a Cristo, “Yo soy la resurrección” (Juan 11:25). Cuando queremos saber a qué atenernos en un mundo plagado de filosofías e ideas, tenemos a Cristo, “Yo soy la verdad” (Juan 14:6). Cuando necesitamos guía y dirección para este mundo y para nuestra vida, tenemos a Cristo, “Yo soy la luz del mundo” (Juan 8:12). Cuando queremos conocer el verdadero amor, tenemos a Cristo. ¿Cómo conocemos lo que es amor?, “En esto hemos conocido lo que es amor, en que él puso su vida por nosotros” (1 Juan 3:16).

En estos ejemplos que hablan verdades acerca de nuestro Señor, podemos darnos cuenta de una gran verdad mayor. Las respuestas que el hombre necesita no son obras de Cristo, no son milagros, ni son enseñanzas. Las respuestas son una persona, la persona de Cristo.

¿Está el lector buscando respuestas a dilemas en su vida?, hay muchas clases de preguntas que el hombre puede hacerse. Por ejemplo, el hombre puede preguntarse qué va a ser de la humanidad al constatar que la violencia y el mal proliferan por todos lados. También podemos preguntarnos qué va a ser del planeta tierra, con la destrucción y el consumo indiscriminado de sus recursos naturales, la polución, la inestabilidad climática, los terremotos, el hambre. En la Biblia hay respuesta para todas estas preguntas, pero en el orden que Dios ha establecido. Podemos decir que respondiendo la pregunta más importante llegan las respuestas a las otras preguntas. ¿Cuál es esa pregunta? La pregunta más importante se enuncia de muchas maneras en la escritura, y tiene que ver con las cosas espirituales, con la situación del hombre frente a Dios. Reconocer la condición perdida y pecadora del hombre y preguntarse cómo ser salvo es el primer paso para responder todas las otras preguntas importantes de la vida. rc

Lectura Diaria:
1 Reyes 22 [leer]
/Jeremías 33 [leer]
/Hebreos 4:14-5:10 [leer]