¿Has considerado al Señor Jesús en su doble trabajo de Apóstol y Sumo Sacerdote? Lea acerca de lo que significa para nosotros hoy.
“Hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.” Hebreos 3:1.

El escritor de la carta a los Hebreos destacó lo perfecto y lo poderoso del Señor Jesús quien es capaz de “socorrer a los que son tentados” Hebreos 2:18. Pide a los lectores a considerar “al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús” Hebreos 3:1. El doble oficio mencionado debe ser apreciado por los “hermanos santos, participantes del llamamiento celestial”. Este es el único lugar donde Cristo Jesús es llamado apóstol. La palabra significa “mensajero enviado” y los judíos sabrían apreciar el apelativo pues Moisés fue enviado de parte de Jehová con un mensaje de libertad para el pueblo. Dios dijo a Moisés: “ven,… te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo, los hijos de Israel” Éxodo 3:10. Jesús fue el enviado del Padre para anunciar las buenas nuevas de salvación al pueblo de su día y a nosotros hoy día.

Jesús como apóstol salió del cielo autorizado para entregar un mensaje de amor de parte del Padre. Jesús como sumo sacerdote es él que nos representa delante de Dios. Le reconocemos como el Mediador de quién dependemos para interceder por nosotros ante Dios. Apreciamos la dignidad del Hijo de Dios en estos dos oficios. Ponemos oído a lo que nos entrega como apóstol, y nos valemos de la gracia suya como sumo sacerdote que nos representa delante de Dios. Nuestra aceptación en la presencia de Dios depende de Jesús cual sumo sacerdote. Si no fuera por Él, no podríamos orar y sería imposible acercarnos al trono de la gracia.

El resultado práctico de esta consideración de Jesús en su doble oficio trae una doble bendición. Primeramente sabemos por lo que dice el Nuevo Testamento que Jesús cual Apóstol nos revela la mente de Dios. En segundo lugar, Jesús como el sumo sacerdote es fiel y nos representa constantemente en la presencia de Dios. Juan el evangelista escribió que Jesús sabía que “su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” Juan 13:1. Fue al cielo y su amor por los suyos nunca mengua. Es animador considerar “al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús”. –daj

Lectura Diaria:
2 Samuel 23 [leer]
/Jeremías 7 [leer]
/Efesios 1:15-2:10 [leer]