Tomar una decisión en un momento difícil cuesta. ¿Cómo reaccionaría usted si alguien quisiera cambiar su nombre para borrar la memoria de sus antepasados y su confianza en Dios? Cuatro jóvenes llevados lejos de su hogar tuvieron que enfrentar esta prueba.

“Tu nombre es como ungüento derramado.” Cantares 1:3.

El rey Nabucodonosor ordenó que a los jóvenes judíos reales se les otorgara una beca para estudiar durante tres años en lo que hoy día sería la Universidad de Babilonia. La beca proveyó para los jóvenes una pensión completa. El rey les señaló “ración para cada día, de la provisión de la comida del rey, y del vino que él bebía” Daniel 1:5. El encargado de cumplir las órdenes era Aspenaz, jefe de los eunucos, o sea, el capataz de los siervos del rey y él tuvo que seleccionar a los jóvenes. Los requisitos fueron específicos: “…del linaje real de los príncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.” (v.4). Entre los escogidos por Aspenaz estaban Daniel, Ananías, Misael y Azarías.

Al comenzar su curso en la Universidad, los supervisores decidieron primero que estos cuatro debían tener un cambio de nombre. Seguramente esto fue porque sus nombres hebreos tenían un significado muy especial para cada uno. El significado tenía relación con Jehová su Dios y los babilonios querían sustituir otros nombres derivados de los dioses paganos de ellos. El nombre Daniel significa, “Dios es mi Juez,” y querían cambiarlo a “Beltsasar”, nombre derivado de la deidad pagana Bel, protector de vida. Tal cambio fue inaceptable a Daniel, pues Jehová era su Protector. Y en los años sucesivos, así lo comprobó, especialmente cuando fue echado en el foso de los leones.

Ananías significa, “Lo que Jehová da en su gracia” y lo querían cambiar a Sadrac, cuyo significado tenía que ver con la deidad de la luna. El nombre Misael significa “¿Quien es como Dios?” y los babilonios querían llamarle Mesac, nombre que tiene que ver con el dios pagano Aku. El cuarto miembro fue Azarias, cuyo nombre significa “Ayudado por Jehová.” Abednego fue el nombre que quisieron ponerle, nombre cuya derivación proviene de Nego o Nebo, otro dios falso de los babilonios. Se ve que la maniobra de sus superiores tenía por objeto borrar de la memoria de los jóvenes sus pensamientos acerca del Dios verdadero. Cada vez que eran llamados por sus nombres originales, significaba un recuerdo de quienes eran y a Quien servían. Para los que tenían que usar estos nombres, era un reconocimiento que existía un Dios y que sus siervos querían ser identificados con Él. Sus nombres tenían incluidos el nombre de Jehová. No sabemos porque nunca lograron imponer el nombre babilónico a Daniel pero los otros tres fueron conocidos por sus nombres nuevos. Por cierto el cambio de nombre no hizo cambio en su confianza en Jehová. (Continuará) –daj

Lectura Diaria:
1 Cronicas 6 [leer]
/Ezequiel 8-9 [leer]
/Juan 2:1-22 [leer]