“Vuélvase al Señor” Isaías 55:7

Noemí ha quedado viuda y ahora ha perdido sus dos hijos en una tierra extraña. En realidad nunca debió llegar a ese lugar, pero las cosas han sucedido y ahora se encuentra sola. Tiene a sus dos nueras, también viudas, y parece que inicialmente se acompañan mutuamente. Sin embargo, el relato bíblico nos da luces respecto de un cambio que se efectuó en Noemí durante sus últimos años en Moab. Si bien ella desobedece a Dios y facilita los matrimonios de sus dos hijos con dos jóvenes moabitas después de la muerte de su marido (Rut 1:4), ella recuerda al Dios de Israel y comienza a hablar de este Dios verdadero, eterno y poderoso con sus nueras.

Sabemos esto por la conversión de Rut, de lo cual hablaremos con más detalle en otra ocasión. No es sino por Noemí que esta joven moabita conoce al Dios de Israel, muy probablemente por su  testimonio después de la muerte de su esposo Elimelec. Noemí habló a Orfa y a Rut acerca de su pueblo y de su Dios del cual ella había alejado. Su testimonio tuvo que ser veraz y fiel pues Rut quiso conocer de este Dios poderoso y misericordioso, y creyó en él tomándole para sí misma (Rut 1:16). Cuando ella decide volver a Belén, a su tierra, habla de Dios a sus nueras llamándole por su nombre propio “Jehová” y les desea su bendición (Rut 1:8-9,13).

Pese a lo mal que lo ha pasado Noemí, ella toma la decisión de retornar a su tierra y a su pueblo. En realidad, Noemí está volviendo a la comunión con Dios, la cual nunca debió descuidar. Las situaciones que motivaron su alejamiento pueden parecernos muy legítimas, pero si comprometieron su vida espiritual no tienen posibilidades de producir bendición en su vida. La lección primaria de este relato es muy clara, pero también nos  añade otra y es que siempre hay una segunda oportunidad de volver a Dios cuando el individuo reconoce su pecado y su desobediencia, y se humilla delante de él. Noemí  reconoció: “la mano de Jehová ha salido contra mí” (Rut 1:13). No es una queja, sino la constatación de la justa disciplina de Dios en su vida. Esta decisión es muy relevante. Volverse a Dios de corazón siempre tiene beneficios para el hombre. El profeta escribió hace tres mil años: “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:7). ¿Decidirá usted volver a Dios? rc

(Continúa)

Lectura Diaria:
Génesis 4:1-5:32 [leer]
/Job 6:1-7:21 [leer]
/Mateo 4:1-25 [leer]