Despues de la muerte y resurrección de Cristo comienza este período que, a diferencia de los que estudiamos hace algún tiempo, es contemporáneo con nosotros.

“Habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios” Efesios 3:2

Pablo el apóstol se refiere a este período como un descubrimiento nuevo, una realidad que los justos de la antigüedad no conocieron. Este período tiene como marca predominante la manifestación de la gracia de Dios. Hoy el Señor ha dado a los creyentes una comprensión especial de la gracia de Dios, que se expresa de muchas maneras, como nos lo dice el apóstol Pedro: “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1 Pedro 4:10).

Dios siempre ha sido un Dios misericordioso. Lo fue con Adán y Eva en el huerto cuando les proveyó vestidos de pieles (Génesis 3:21). Lo fue con Noé (Génesis 6:8), con Abraham y con Moisés. Sin embargo, la gracia de Dios se ve más claramente hoy en día. Si en el Antiguo Testamento era un arroyuelo, ahora es un torrente que desborda y, en palabras del apóstol, “sobreabunda”: “Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante” (1 Timoteo 1:14), “Las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros” (Efesios 1:7-8). Otra característica de Dios es que se deleita en darse a conocer. Dios no es un ser oscuro, críptico ni escondido. Leemos sus palabras cuando dice: “Y sabrán que yo soy Jehová” (Ezequiel 28:22, 24, 26). La historia y el estudio de las dispensaciones es el relato de Dios dándose a conocer en diferentes tiempos, y de diferentes formas (Hebreos 1:1).

En los tiempos de Noé Dios se mostró con más énfasis en que es un Dios justo. En los días de Abraham, se mostró predominantemente como un Dios fiel. En los de José, como un Dios soberano. En el Mar Rojo como un Dios poderoso, en el Sinaí, como un Dios santo. Hoy, Dios tiene el propósito de darse a conocer a los hombres, y dar a conocer “las abundantes riquezas de su gracia, en su bondad para con nosotros” (Efesios 2:7). La gracia de Dios se expresa en la bondad de Dios. También se expresa en su salvación: “La gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres” (Tito 2:11).

En este período es manifiesta la gracia de Dios más que en épocas pasadas. Dios siempre fue gracioso, pero ahora es su carta de presentación para con el hombre. Veremos algo más de esto en los próximos días. –rc

(Continúa)

Lectura Diaria:
Deuteronomio 9-10:11[leer]
/Eclesiastés 11-12 [leer]
/Lucas 9:1-17 [leer]