¿Quiere saber qué es lo que Dios desea de ti? ¿Estás dispuesto a ser enseñado? He aquí los dicho de un salmista.
“Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin.” Salmo 119:33,

Un joven estaba de visita en un país latinoamericano de habla española. El idioma suyo fue el inglés. Era inteligente y tenía gran interés en aprender el español. Averiguaba cuál sería la mejor forma de aprenderlo y por medio de sus consultas supo que algunos estudiantes prontamente habían dominado el español mientras otros tenían problemas para hablar con fluidez. Conoció a un hombre de edad que había ayudado a algunos en el aprendizaje. El joven le preguntó por qué la diferencia entre uno y otro, y por qué uno en particular había aprendido más rápido que el otro. El “maestro” dijo: “porque sencillamente él quiso aprender y siguió cuidadosamente los consejos recibidos. Eso y nada más”. Suena sencillo pero es la clave para aprender; querer saber y estar dispuesto a seguir. Ojalá adoptemos la misma actitud del estudiante comprometido; “Enséñame, oh Jehová,… y lo guardaré…”

Esta sección del Salmo 119 contiene ocho versículos, todos expresando lo mismo; saber para aprender y actuar bien. “Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón” v.34. El cristiano que quiere progresar en la fe hará lo que exhorta Hebreos 12:1-2, “despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. Es la única manera de aprender a vivir para la gloria de Dios. Esto significa someter nuestra voluntad a la voluntad de Él, “guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad” v.35. ¿Queremos que Dios controle nuestra vida? La única forma de hacerlo es aprender que es lo que Él quiere.

Aprender cualquier trabajo, oficio, idioma, proceso, lo que sea, no es fácil. Requiere determinación e interés por el deleite que viene después. El salmista anticipaba una respuesta a su petición diciendo: “confirma tu palabra a tu siervo, Que te teme” v.38. Estaba dispuesto a ser enseñado, iluminado por la luz de la Palabra de Dios. Salomón lo supo pues escribió “entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios” Proverbios 2:5. Hay que comenzar cuanto antes. Un hermano de edad dijo a un joven misionero que aprendía un nuevo idioma que tendría que comenzar equivocándose mil veces. Horrorizado, el nuevo misionero expresó su desazón a lo cual el veterano dijo, “así que, comience, desde ya” ¿Estás dispuesto a ser enseñado? –daj

Lectura Diaria:
1 Cronicas 6 [leer]
/Ezequiel 8-9 [leer]
/Juan 2:1-22 [leer]