El tema del infierno es un tema tabú en algunas partes. Nosotros no esquivamos el asunto pues el Señor mismo lo mencionó. Le invitamos a leer lo que la Biblia dice.
“Si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”
Mateo 5:29

El lenguaje del Señor Jesús citado en el texto de cabecera parece muy severo. Forma parte del conocido Sermón del Monte. A pesar de lo que Jesús advierte, muchos optan por ignorarlo voluntariamente. En algunas personas produce un desagrado considerar el infierno especialmente entre las que nunca han buscado en Jesús el perdón por sus pecados. Si siguen en tal condición, será precisamente el lugar adonde llegarán pues así la Biblia advierte, “y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:15). A una presidenta de una república se le preguntó dónde estaría un contrincante político: ¿en el cielo o el infierno? “No sé” respondió, “pues no creo en ninguno de los dos lugares”. Creer de esta manera no significa que no existan.

El Sermón del Monte contiene lindas promesas dadas por el Señor Jesús, promesas que a menudo son citadas para consolar a los necesitados. Además de las lindas promesas, Jesús mencionó la necesidad de evitar ir al infierno. En el verso 22, Jesús aludió al uso de lenguaje destemplado y dijo que quien lo usara, “quedará expuesto al infierno de fuego”. Si en el verso 29 habló del ojo, el verso 30 dice lo mismo acerca de la mano que podría llegar a ser un estorbo en la vida. Permitir el mal uso de la mano podría causar que una persona sea echada al infierno.

Si el Señor Jesucristo se refirió al lugar como una realidad, debemos prestar atención a lo que enseña al respecto. Por eso, casi al final de su Sermón, dijo: “Entrad por la puerta estrecha; porque ANCHA ES LA PUERTA, y espacioso el camino QUE LLEVA A LA PERDICIÓN, y muchos son los que entran por ella” (Mateo 7:13). Gracias a Dios que Jesús también se refirió a la puerta alternativa, “porque ESTRECHA ES LA PUERTA, y angosto el camino QUE LLEVA A LA VIDA, y pocos son los que la hallan” (v.14). Usted y todo ser humano ya ha entrado por la puerta ancha al nacer; ¿Cuándo se va desviar para entrar en la puerta angosta? ¿Cuál ha de ser su destino por toda la eternidad? –daj

 

Lectura Diaria:
Exodo 28:15-43 [leer]
/Salmos 74:1-75:10 [leer]
/Hechos 16:16-40 [leer]