El letrero que fue puesto en la cruz del Jesús fue escrito en tres idiomas por Pilato el juez. Cuando los líderes religiosos demandaron que lo cambiara, se negó a cambiar ni una sola letra. El título tiene significado para nosotros también.
“Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS” Juan 19:19

Cuando Poncio Pilato terminó de juzgar a Jesús sin lograr que la multitud aceptara su veredicto que estaba inocente, hizo dos cosas significativas. Una fue lavarse las manos y la otra fue que escribió un título, “que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS” (Juan 19:19). La de lavar las manos pasó inadvertida, pero la segunda despertó la desaprobación de los principales sacerdotes que le dijeron a Pilato: “No escribas: Rey de los judíos; sino, que él dijo: Soy Rey de los judíos” (v.21). Pilato no se inmutó, sino respondió: “Lo que he escrito, he escrito” (v.22). Fue firme en su declaración referente al letrero, pero como juez no fue firme para emitir una decisión correcta.

¿Acaso la frase usada en el letrero reflejaba su convicción personal? No tenemos respuesta para aquello pero sí sabemos que Pilato no fue capaz de actuar como juez justo. Parece que la aprobación política le fue más importante que actuar en forma justa. Poncio Pilato nos hace pensar en las personas que conocen la verdad pero no la obedecen. Escuchan el evangelio, reconocen su condición de pecadores delante de Dios, saben que en tal situación deben valerse de la salvación en Cristo, pero no lo hacen. Debido a ciertas condiciones familiares o laborales, o consideraciones personales, no obedecen el evangelio. La Biblia indica cuál será el fin de los tales, pues Jesucristo se manifestará en un día futuro “para dar retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:8-9). ¿Puede Ud. pensar en algo peor que eso? ¿Sufrir ETERNA perdición, y estar EXCLUIDOS de la presencia del Señor? El salmista supo de la bendición de la presencia de Dios y escribió, “Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre” (Salmo 16:11).

El letrero en los tres idiomas que identificó a Jesús como Rey fue leído por muchos judíos. Bajo la soberana voluntad de Dios, sirvió para dejar constancia de su verdadera identidad. La existencia del letrero preparó el camino para que en el día de Pentecostés Pedro pudiera decir: “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros… a éste… prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole” (Hechos 2:22-23). También sirvió a Pablo cuando predicaba ante Agripa, Dijo: “el rey sabe estas cosas… porque no pienso que ignora nada de esto, pues no se ha hecho esto en algún rincón” (Hechos 26:26). Lo que se dijo en tres idiomas el día en que murió Jesús ahora se publica en miles de idiomas. El tema no ha cambiado: Jesús es Rey y Salvador. ¿Le reconoce así Usted? –daj

 

Lectura Diaria:
Rut 2 [leer]
/Isaías 42 [leer]
/2 Corintios 2 [leer]