El Monte  de los Olivos es un lugar en Israel tan bien conocido como la ciudad de Jerusalén misma. Cristo Jesús estuvo varias veces en el monte y tiene gran significado.

 

“Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras subían.” 2 Samuel 15:30.

Desde el Monte de los Olivos es posible sacar una excelente fotografía de Jerusalén. Muchas de las tomas fotográficas muestran el muro, la puerta Oriental y el Monte del Templo con el Domo de la Roca en el medio. Ya que el Monte de los Olivos está al lado oriental de Jerusalén, no se ve el Muro de los Lamentos pues está al lado occidental. La primera referencia al monte en la Biblia destaca un hecho triste. David huye escapando de Jerusalén porque su propio hijo Absalón con otros, se habían conspirado en su contra. Absalón quería ser rey en lugar de su padre y con mucha pena David abandona Jerusalén descalzo y con su cabeza cubierta en señal de angustia. Fue un día de tristeza para David que había sentido el rechazo del pueblo.

Muchos años más tarde se ve otro rey en el Monte de los Olivos. He aquí más que David estaba en los faldeos del monte. Jesús tenía por costumbre visitar el monte con sus discípulos. “Estando él sentado en el monte de los Olivos, los discípulos se le acercaron aparte, diciendo: Dinos, ¿cuándo serán estas cosas, y qué señal habrá de tu venida, y del fin del siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe” Mateo 24:3-4. En seguida Jesús habló proféticamente de eventos que han ocurrido y otros futuros que han de acontecer en el futuro.

 

A los pocos días antes de morir, Jesús miraba con tristeza a la ciudad de Jerusalén cuyos habitantes le habían rechazado. La multitud estaba contenta pues “cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto” Lucas 19:37. Pero Jesús sabía más que ellos pues “cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella, diciendo: ¡Oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos” vv.41-42. Pronto aquel rechazo conocido por el Señor resultaría en su muerte en la cruz. ¿Diría Jesús algo similar al pueblo de hoy día? Me parece que al contemplar al mundo y ver la actitud que prevalece para con la persona de nuestro Salvador, él diría “oh, si tú conocieses, en este tu día, lo que es para tu paz”. ¿Por qué no aprecian a Jesús en toda su bondad? La Biblia misma nos dice que “el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 2Co 4:4. ¿Has recibido a Cristo como Salvador y tiene paz con Dios? – (Continuará) daj

Lectura Diaria:
Números 16:41-17:13[leer]
/Proverbios 14 [leer]
/2 Pedro 1 [leer]