No se puede estudiar la niñez de Jesús sin incluir a José y María. De la edad de doce años cuando Jesús estuvo en el Templo sorprendiendo a los ancianos con sus respuestas y preguntas, no sabemos nada hasta que Jesús se presentó para ser bautizado.
“He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.” Salmo 127:3.
La preocupación espiritual de José y María se nota desde que el ángel les anunció el nacimiento de Jesús. 1. José obedeció tomando a María como esposa. 2. Jesús fue llevado por los dos al octavo día para ser circuncidado. 3. Los dos fueron al templo para el ritual de la purificación a los cuarenta días. 4. Conforme a la ley, fueron a Jerusalén “todos los años” para participar en la fiesta de la pascua Lucas 2:41.
Algo especial ocurrió cuando Jesús tenía doce años de edad. Como de costumbre José y María “subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta” v.43. Al regresar en la caravana junto a otros de Nazaret, no se dieron cuenta de que Jesús se hubiera quedado en Jerusalén. Volvieron a Jerusalén y “tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles” v.46. La experiencia dejó una huella profunda en la mente de sus padres. Seguramente se dieron cuenta de que “todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas” v.47. Las palabras de reprensión María sobre su angustia el buscarle fueron respondidas por Jesús. Dijo: “¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar? v.49. José y María no entendieron las palabras que Jesús les habló. En seguida Jesús les acompañó pero ya había establecido que Él tenía otra agenda a seguir.
Hoy día los padres no solamente deben preocuparse por la educación, la vestimenta y la alimentación de los niños, sino también deben poner por obra lo que Dios ordena para ellos. Así pueden instruir a sus hijos en cuanto a la verdad que se halla en la Biblia. La lectura bíblica en familia es la gran ausente en muchos hogares. La Biblia contiene mucha exhortación para que los padres se preocupen de los niños. Moisés mismo dijo: “Aplicad vuestro corazón a todas las palabras con que yo os advierto hoy, para que las encarguéis a vuestros hijos a fin de guardar y poner por obra todas las palabras de esta ley” Deuteronomio 32:46. Deseamos que todos los padres se midan contra esta regla que dio Moisés.
De vuelta a Nazaret, Jesús vivía en el ambiente de un taller de carpintería. Cuando llegó el momento de presentarse públicamente, el Padre declaró desde el cielo su contentamiento, indicando así que en el tiempo entretanto no hizo nada malo. Es una gran bendición cuando los niños quieren obedecer y así agradar a los padres en todo. El mundo ha hecho reemplazar los principios cristianos por actitudes de rebeldía y de exagerada autoestima. El hogar es donde los niños deben aprender qué es lo que agrada a Dios. ¿Cómo es la enseñanza en la casa suya? –daj
Lectura Diaria: | ||
Números 35:9-36:13 [leer]
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/Proverbios 31 [leer]
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/Lucas 5:17-39 [leer]
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