Aún desde su catre de enfermo en Africa, el Dr. Kent Brantly continúa poniendo el bienestar de otros antes que el suyo propio.

¿Qué es vuestra vida? Santiago 4:14

“El que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará” (Juan 12:25). Kent Brantly, de 33 años, un creyente y misionero norteamericano en Africa occidental y previamente miembro activo de la iglesia local “Southside Church of Christ” en Texas,  contrajo el virus Ebola el fin de semana pasado.  Junto con él, Nancy Writebol, también misionera radicada en Africa por 10 años junto a su esposo, se encuentran aislados y en riesgo vital. Hace dos días (miércoles) un suero experimental llegó a Monrovia, Liberia, en dosis suficiente para un solo paciente. El Dr. Brantly pidió que fuese administrado a la Sra. Nancy Writebol, reveló el evangelista Franklin Graham, presidente de la organización de beneficencia “La Alforja del Samaritano”, que es la asociación humanitaria cristiana a la cual Brantly pertenece. Writebol, una misionera ya mayor y procedente de Charlotte, Carolina del Norte, estaba trabajando en el aseo de los pacientes que entraban y salían de las salas de pacientes aislados del piso de enfermos de virus Ebola en un hospital local. La noticia de los dos médicos estadounidenses infectados sigue a la muerte del Dr. Samuel Brisbane, quien murió el sábado pasado. Brisbane era un importante médico en el hospital más grande de Liberia donde trabajaba con víctimas de la enfermedad.

El gesto de Brantly de conceder el suero a la Sra. Writebol es una muestra del espíritu desinteresado y sacrificial que su familia inculcó en él, se ha dicho. Luego de su generoso acto, una familia local hizo también su propia ofrenda al joven médico en un intento por salvar su vida. “El Dr. Brantly rebició una unidad de sangre de un muchacho de 14 años que sobrevivió al virus Ebola, gracias a los cuidados del mismo Dr. Brantly” señaló Graham, en un comunicado. “El joven y su familia quisieron ayudar a quien había salvado su vida”. Brantly, padre de dos hijos pequeños, empeoró la noche del jueves mientras que la Sra. Writebol se encuentra un poco mejor. Franklin Graham aclara: “El heroico y sacrificial servicio del Dr. Brantly, junto con todo su equipo allá, es un radiante ejemplo del amor de Cristo en esta situación de crisis”.

“Brantly tiene una fe profunda, y está descansado en ella, y en su familia de la fe”, dijo el Dr. Jason Brewington, del hospital John Peter Smith en Texas hace pocos meses terminó su residencia. El Dr. Brantly pudo responder enviando de vuelta una nota a sus amigos en el hospital diciendo: “Oro fervientemente a Dios que me ayude a sobrevivir a esta enfermedad. Por favor, continúen orando por mí y por mi amiga Nancy quien también está muy enferma, y por los médicos que están atendiéndonos. Muchas gracias. Paz. –Kent”. Su esposa e hijos habían viajado de regreso a Texas pocos días antes y se encuentran bajo estricta monitorización clínica. Se cree que el Dr. Brantly se infectó por contacto con la población de Liberia, pues los protocolos médicos de aislamiento en el hospital nunca fueron violados. Si bien no puede regresar a acompañar a su esposo, su esposa Amber Brantly ha escrito: “Como personas con una profunda fe en Jesucristo, sinceramente agradecemos a los miles alrededor del mundo que han elevado en oración a Kent y su complicada situación. Continuamos confiando en esa fe y recibimos gran consolación de nuestro Dios en estos momentos”.

El Ebola es un virus que se encuentra de manera natural en ciertas especies de murciélago que habitan en las zonas boscosas de África. Sus primeros síntomas son fiebre alta, dolores musculares, vómitos y diarreas, que pueden evolucionar rápidamente hacia hemorragias que, en muchos casos, provocan la muerte del paciente. Desde su identificación en 1976 se han producido 18 brotes en países como la República Democrática del Congo, Gabón, Uganda y Sudán. Es una infección que tiene entre un 60-90% de mortalidad. Este es el brote más grave registrado y ha generado la muerte de más de 700 personas en Africa Occidental. Distintas organizaciones están evacuando su personal desde el continente en estos días.  Aun no hay cura ni vacuna para el virus Ebola. —rc

Lectura Diaria:
1 Samuel 4-5 [leer]
/Isaías 47 [leer]
/2 Corintios 8 [leer]