El pastor iraní Saeed Abedini, también ciudadano americano, fue libertado hoy desde una prisión en Irán, en un intercambio de prisioneros.
“Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehová su Dios” Salmo 146:5
Previamente un musulmán devoto, Saeed se convirtió al Señor Jesús en su casa en Teherán hace más de diez años. Después de establecer varias iglesias en casas, se trasladó a los Estados Unidos con su esposa Naghmeh. Más tarde volvió a Irán con el permiso del gobierno de construir un orfanato cristiano, pero fue detenido en Julio de 2012, hasta hoy, el día de su liberación. Después de casi cuatro años, se encontró con su esposa en Alemania, quien viajó para encontrarse con él. Su familia y observadores independientes informaban que era golpeado con frecuencia y se le negó tratamiento médico mientras estuvo en prisión.
El también predicador Franklin Graham, quien por bastante tiempo intercedió para que los creyentes en todo lugar orasen por el hermano Saeed, reconoció que “esto es una respuesta a la oración, y alabamos al Señor por la manera en la que El ha actuado”.
El Cristianismo está creciendo en Irán a un ritmo del 20% anual, la cifra de crecimiento más alta del mundo. A pesar del dolor que Saeed enfrentó, en una carta del año pasado escribía: “La realidad de la vida cristiana es que los problemas y dificultades se levantan en nuestras vidas. La persecución y las dificultades no son algo nuevo, sino que a menudo se ven en la vida cristiana. Es necesario que a través del sufrimiento y las tribulaciones entremos en el Reino de Dios (Hechos 14:22)”. Firmó su carta de esta manera: “Pastor Saeed Abedini, siervo y esclavo de Jesucristo en cadenas, con mucho gozo, y quiero verles pronto”.
“El que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará” Juan 12:25-26
–rc