No cansamos nunca de hablar del Señor Jesús y su ministerio aquí en el mundo. A través de Él conocemos al Padre. Es llamado el Verbo y esto tiene un significado especial.


“El Padre (a) tales adoradores busca que le adoren” Juan 4:23

El evangelio de Juan destaca a Cristo como el Hijo de Dios. Es un tema importante para el día de hoy ya que hay enseñanzas erróneas que presentan a Cristo como menos que Dios manifestado en carne humana. Juan nos lleva al punto más remoto que la mente finita pueda alcanzar y dice: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Éste era en el principio con Dios” Juan 1:1-2. Antes que hubiera alguna cosa creada, ya era el Verbo. Ya existían el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo en santa comunión. El nombre “Verbo” con que el Hijo es identificado es muy sugestivo. Un verbo es una palabra que se usa para describir una acción. Y esto mismo es probado en los versos que siguen. El Verbo estuvo activo en la Creación. “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” v.3. El pecado entró en el mundo e en consecuencia de ello los seres humanos han vivido como “muertos en delitos y pecados” Efesios 2:1. También viven en la oscuridad, producto de la ignorancia. Pero “El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; Y a los asentados en región de sombra de muerte, Luz les resplandeció” Mateo 4:16. Juan el apóstol concuerda, “En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” Juan 1:4.

A través del Señor Jesucristo, Dios da vida. Al mismo tiempo Cristo revela o descubre como es Dios. En realidad, no hay otra manera de recibir vida y entendimiento espiritual, sino a través de Aquel en quien está residente la luz y la vida. Juan Bautista fue enviado para anunciar al Verbo. “Éste vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él” Juan 1:7. A pesar de todo lo dicho por Juan, dando testimonio de la luz, “los suyos no le recibieron” v.11. Es un hecho inexplicable. La incredulidad del ser humano fue enorme pues Cristo “En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció” vv.10-11. La luz auténtica alumbraba a todos. Nadie quedaba fuera de su alcance. A pesar de ser el Creador de todo, muchos no le reconocieron como tal y menos le reconocieron como su Salvador.

No todos adoptaron una actitud negativa, pues “a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” v.13. El Verbo actuaba con gracia y decía la verdad. El Señor Jesús quiere bendecir a todos los que creen en Él. Llena de luz y vida, da vida a los que le reciben. Como olas que se rompen en la playa una tras otra, así es la gracia de Dios que a diario recibimos, una gracia tras otra. Cristo reveló la gracia y la verdad. Una vez Jesús dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” Juan 14:9. ¿Queremos ver al Padre? Sus características se ven en Cristo. Él nos las da a conocer. Por esto, sabemos que el Padre ama, tiene compasión, y muestra misericordia. Sabemos que es paciente, asequible, y desea nuestra adoración. ¿Conoce a Cristo como Salvador? ¿Conoce al Padre a través de Él? Recuerde, “Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.” Juan 4:23. El Verbo nos anima a estar activo en la adoración. –DAJ

Lectura Diaria:
Génesis 4:1-5:32 [leer]
/Job 6:1-7:21 [leer]
/Mateo 4:1-25 [leer]