La alegría del pueblo de Dios es el resultado de varios eventos unidos, que están claramente señalados en la Escritura,. Veámoslos brevemente.

“Porque en Israel había alegría” 1 Crónicas 12:28

 

Hay alegría cuando el pueblo de Dios percibe que las decisiones y los hechos que se toman cuentan con la aprobación de Dios, y cuando quienes dirigen están inequívocamente dirigidos por el Espíritu Santo. Es evidente por los resultados de su conducta, su estilo de vida santo y las bendiciones que afectan a los demás.

En la coronación de David (1 Crónicas 12) se dan todos estos elementos: leemos que “estaban dispuestos a pelear sin doblez de corazón” (v. 33) “todos los demás de Israel estaban de un mismo ánimo para poner a David por rey” (V. 38), “se servían unos a otros” (v. 39)  y sabían todos que lo que ocurría era “conforme a la palabra de Jehová” (V. 23), es decir, conocían la palabra de Dios. En consecuencia, en el pueblo de Dios “había alegría” (v. 40).

Que podamos tener la misma actitud y los mismos resultados en nuestras congregaciones. Para que esto acontexca, los eventos que debe ocurrir son claros.

–rc

Lectura Diaria:
1 Samuel 17:1-31 [leer]
/Isaías 56:9-57:21 [leer]
/Romanos 3:1-29 [leer]