La historia del hombre comenzó en un jardín, en un día soleado lleno de esperanza para un mundo recién creado por Dios. Miremos lo que ocurrió después.
“Habiendo dicho Jesús estas cosas, salió con sus discípulos al otro lado del torrente de Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos” Juan 18:1
Dios coronó sus actividades durante seis días con la creación de un ser a la imagen de si mismo. Asíla raza humana tuvo su comienzo en el huerto de Edén. Desafortunadamente, en el mismo huerto fue arruinada cuando Adán y Eva pecaron. Pero nuestro Dios Creador no quiso dejar la obra de su mano en esta condición e inmediatamente comenzó el plan para rescatarla. El hombre tuvo que abandonar su lindo “hogar” por cuanto el pecado le hizo perder su comunión con su Hacedor, y de allí en adelante el hombre conocía el bien y el mal desde el punto de vista del mal. Pero Dios puso en moción un plan de rescate a través del Redentor que llegó unos cuatro mil años después.
Jesús llegó a Belén y nació en un establo, cerca de los campos pastoriles. A unos treinta y tres años después, hallamos al Redentor en un huerto. Ha ido allí con sus discípulos pues su tiempo en este mundo llegaba a su fin. Su hora había llegado. El jardín de Getsemaní era un lugar predilecto del Señor, y en varias oportunidades había pasado tiempo entre los olivos orando en compañía con sus seguidores. Ellos habían aprendido grandes verdades en este huerto. Habiendo estado en el aposento alto, y su llegada al huerto de Getsemaní es muy diferente en esta oportunidad. Llegando a la entrada, Jesús deja a ocho de los discípulos allí y se adelanta llevando a Juan, Jacobo, y Pedro. Desafortunadamente no supieron aprovechar estos minutos llenos de significado, sino se quedaron dormidos. El Señor les dejó con el encargo de “Velad conmigo”. Jesús se apartó de ellos sólo y se postró sobre su rostro angustiado, mientras contemplaba en su espíritu la gran obra que había venido a realizar. Resolvió que es la voluntad del Padre que es primordial y se levanta para permitirse llevar por una turba de alterados.
Juzgado, maltratado, azotado y escarnecido, Jesús es condenado por Pilato a morir en la cruz. Habiendo entregado su espíritu al Padre, y bajado del madero, fue llevado a un huerto cercano, en cuyo interior hay un sepulcro nuevo, “en el cual aún no había sido puesto ninguno.” Si en un comienzo la muerte entró cuando Adán estaba en el huerto de Edén, este huerto en las afueras de Jerusalén fue testigo que hay vida eterna a través de Jesús que resucitó. Se mostró vivo a los que le amaban y el huerto de la Culpa (Edén) ahora es reemplazado por el huerto de la Vida gloriosa obtenida por el Jesucristo. Pronto partió Jesús para la Casa del Padre adonde va a llevar a todos los que hemos confiado en Él. ¿Está lleno de gratitud tu corazón?
–Adaptado DAJ
Lectura Diaria: | ||
Deuteronomio 28:38-68 [leer]
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/Amós 5-6 [leer]
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/Lucas 14:25-15:10 [leer]
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