No nos sorprende recibir noticias de personas de edad que fallecen, pero cuando es un joven de casi 24 años, suben muchas preguntas en nuestra mente. Lea de Bethany Beckett.
“¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! … Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” Rom.11: 33, 36

En el año 2008 Bethany Kroeze acompañó a otros jóvenes cristianos a  un lugar donde repartían textos bíblicos a todo color con las hermosas palabras de Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Se deleitó en colaborar con otros en la siembra de la Palabra de Dios. Bethany se había convertido al Señor Jesús cuando tenía doce años de edad y su gran deseo era servirle dando a conocer la grata noticia de que en Cristo hay salvación. El testimonio de sus padres había calado hondamente en ella. En efecto, su padre antes de casarse estuvo en Chile colaborando con los misioneros y después, el matrimonio Kroeze ocupó sus vacaciones de verano para visitar centroamérica y ayudar en la obra misionera. De tal palo tal astilla, y Bethany siguió el buen ejemplo de sus progenitores. En 2008 ella conoció a Duncan, un joven canadiense cuyo corazón ardía con el deseo de proclamar el evangelio quien se entregó a servir al Señor a tiempo completo en México. Coincidieron en la obra del Señor y en Junio de 2010 se casaron. Ambos se dedicaron a la obra en Obregón, México. Estaban sumamente contentos e ilusionados con lo que consideraban un privilegio, servir al Señor.

Es siempre motivo de gratitud hacia Dios cuando hay jóvenes quede corazón están dispuestos a servir a Dios en lo que Él determine. Así fue con Bethany y Duncan hasta el 25 de Octubre de 2010, un día antes que Bethany celebrara su cumpleaños número 24. Mientras estaban reunidos con otros misioneros, Bethany sufrió una muerte súbita y partió a la presencia del Señor. Inexplicable. La noticia golpeó fuerte en las muchas asambleas cristianas conocedoras dela obra del Señor en México y su partida dejó a muchos atónitos. Mucha tristeza y muchas preguntas. Es que a veces la vida de repente nos hace enfrentar circunstancias inesperadas y dolorosas quenos dejan temerosos, desanimados, frustrados y preguntando, ¿porqué? Por supuesto, hemos de consultar a la Biblia para recibir la respuesta. “Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él” (1 Juan 1:5). No hay impureza en la luz. Es símbolo de la verdad y la alegría. Los móviles de Dios siempre son los mejores; siempre hace lo que es justo. Como Padre amante, es perfecto en su amor y es imposible que maltrate a sus hijos. Lo que permite en la vida de cada uno es bueno.

Dios tienen sabiduría infinita y nos invita a invocarle “en el día de la angustia; Te libraré, y tú me honrarás” (Salmo 50:14). Los juicios de Dios son insondables y sus caminos inescrutables, como dice el texto de cabecera. No entendemos todo lo que Dios tiene en mente, pero sus juicios son perfectos. Es sobre todo y el amor y su sabiduría le motivan siempre. Se requiere fe para decir con el salmista, “Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme a tu palabra” (Salmo 119:65). Dios desea de nosotros GRATITUD por lo que Él es para con nosotros y CONFIANZA en Él por lo que hace en nuestras vidas. Con la mirada de fe puesta en el Señor, le decimos: “Enséñame buen sentido y sabiduría, Porque tus mandamientos he creído” y “Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos” (Salmo 119:66, 68). Bethany Becket decidió servir al Señor y en su voluntad Él permitió que partiera siendo muy joven. El tiene sus propósitos perfectos. ¿Reconoce usted ese propósito en su vida? –David A. Jones/rc

Lectura Diaria:
Levitico 10:1-20 [leer]
/Salmos 111:1-112:10[leer]
/Marcos 1:21-45 [leer]