Saber guardar algo valioso en el presente en vista del futuro es saber actuar con inteligencia. El mismo principio debe ser usado en cuanto a la enseñanza bíblica que recibimos.
“… guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, para que tus días sean prolongados. Oye, pues, oh Israel, y cuida de ponerlos por obra, para que te vaya bien en la tierra que fluye leche y miel, y os multipliquéis, como te ha dicho Jehová el Dios de tus padres” Deuteronomio 6:2-3.

Hay hermanos que se acuerdan de su infancia cuando sus padres eran precavidos en el verano cuando las verduras y los granos estaban en abundancia. Hubo diferentes métodos de guardar las papas, los porotos, las cebollas, el trigo, y otros comestibles para los meses del invierno cuando había escasez. Nadie tenía refrigerador y menos tendría un congelador, artículos tan de modo hoy día. También había mujeres que trabajaban arduamente cuando había abundancia de fruto y lo preservaban en frascos de vidrio. Luego los guardaban para cuando hacía frío y la mermelada se avenía muy bien con el pan tostado. El principio de guardar algo con miras de usarlo después es bien entendido.

Cuando Moisés instruyó al pueblo sobre la necesidad de GUARDAR los estatutos y los mandamientos de Jehová, usó la palabra que significa tomar en cuenta, preservar, y retener como un tesoro en la memoria. (Vea texto de cabecera). No solamente había de retener la información referente a lo que Dios esperaba, sino cuando fuera el momento oportuno, de PONERLOS POR OBRA. (v.3). En este caso, la palabra significa llevar a cabo, producir, actuar efectivamente, ofrendar, usar, y gastar. No hay que ser ignorante de lo que Dios ha ordenado. Juntamente con el conocimiento, viene la disposición de ponerlo por obra cuando sea necesario. ¿Será la causa de tanta desobediencia en el mundo hoy día la falta de haber conocido lo que agrada a Dios?

Dios prometió bendición a su pueblo si tomaran en cuenta su ley. Vivirían en paz y verían sus familias crecer en el temor de Jehová. Cuando uno vive como Dios ha ordenado, habiendo aprendido de su palabra lo que agrada a Dios, no es difícil poner por obra su voluntad. En verdad, “la bendición de Jehová es la que enriquece, y no añade tristeza con ella” Proverbios 10:22. Es saludable guardar y poner por obra. –daj

Lectura Diaria:
1 Reyes 8:1-30 [leer]
/Jeremías 15 [leer]
/Filipenses 1:1-20 [leer]