No conviene a nadie quedarse estancado en el pasado porque algo indeseable pasó en su vida. Dios quiere que avancemos. Samuel tuvo una experiencia así y Dios le preguntó ¿Hasta Cuando Samuel?

“No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.” Filipenses 3:12.

Samuel sentía profundamente la destitución de Saúl de ser rey en Israel. Seguramente se acuerda de cuando le ungió bajo las órdenes de Dios y vio una actitud humilde en el hombre, cuya alta estatura impresionaba. Pero ha llegado el momento en que Dios tuvo que decir a Samuel, está bueno ya, “¿Hasta cuándo llorarás a Saúl?” La profunda tristeza y las lágrimas copiosas del profeta no van a revertir la decisión divina. Dios recuerda a Samuel que Él mismo lo había “desechado para que no reine sobre Israel”. No se puede quedar anclado en el pasado, pues la condición de Saúl no era recuperable. Saúl seguiría ejerciendo como rey titular hasta el día de su muerte, pero no iba a contar con el beneplácito de Dios. Jehová se encargó de “empujar” a Samuel a dejar el pasado y mirar hacia el futuro. Le revela que ya se ha provisto de un rey de entre los hijos de Isaí de Belén. No le es dado el nombre del escogido, sino Samuel ha de ir, con su cuerno lleno de aceite para ungir al nuevo rey. 1 Samuel 16:1.

¿Se siente Ud. “anclado” en el pasado por alguna desgracia ocurrida en su vida o en la de un familiar? ¿Ha habido una pérdida de alguien clave en la congregación debido a un comportamiento deficiente en su vida y ya no puede servir como antes? Cuidado con añorar el pasado con la idea de volver a “lo de antes” cuando tal situación no está en los planes de Dios. Corresponde a cada uno aceptar que cuando Dios disciplina, no hay corte de apelaciones que pueda revertir el dictamen. Dios usa unas circunstancias o quizás unos consejos de otros para que usted continúe con la vida y avance en el camino de la obediencia. Samuel no fue informado en forma detallada como sería el descubrimiento del nuevo escogido, sino ha de obedecer paso a paso, y el camino iría abriéndose.

La vida del cristiano debe ser un avance constante en el camino de la obediencia, sin permitir que los fracasos del pasado le debiliten. Pablo el apóstol lo entendió así, pues dijo: “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Filipenses 3:12-13. Samuel el profeta tuvo que aprender a mirar hacia el futuro. Pablo indicó a los Tesalonicenses que las dos actividades principales del convertido son “PARA SERVIR AL DIOS vivo y verdadero, y ESPERAR DE LOS CIELOS A SU HIJO” 1 Tesalonicenses 1:10. Samuel fue instruido a llenar su cuerno de aceite para cumplir la voluntad de Dios. Era tiempo de mirar hacia el futuro y ungir al nuevo rey. Pablo hizo mención del hecho histórico diciendo que Dios “dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero” Hechos 13:22. Pablo quiso también ser utilizado por Dios como dice el texto de cabecera. ¿Y nosotros? –DAJ