Hasta que pasen los quebrantos

En los tiempos como el presente, solamente el Señor es capaz de dar la fortaleza necesaria para enfrentar el incierto futuro y las pruebas presentes. Lea la historia de un muchacho llamado Jonatán.

“Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; Porque en ti ha confiado mi alma, Y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos” Salmo 57:1

Jonatán tiene trece años de edad. Es como muchos otros niños de su edad — activo, deportista, estudioso. Jonatán tiene otra cualidad que otros mayores que él en edad no tienen; Jonatán tiene gran paciencia. La necesita para enfrentar otra prueba en su vida, similar a la que tenía seis años atrás cuando sacaron un tumor canceroso de su abdomen. Aunque los doctores pensaban en aquel entonces que la quimioterapia había logrado su objetivo de dejarle libre de esta enfermedad temible, ahora a los trece años ha vuelto. De nuevo le están tratando con quimioterapia. Los padres y los abuelos de Jonatán son creyentes en el Señor Jesús y muchos han orado por la familia que debe enfrentar una vez más el constante ir y venir al hospital. Jonatán les dice que con la ayuda del Señor ganaron la batalla antes, y “¡Lo vamos a hacer otra vez!”

Nadie pide una enfermedad. Nadie solicita experiencias en la vida que ponen a prueba la fe, pero llegan. David el rey huía de Saúl quien por celos le perseguía. En un momento cuando David huyó de delante de Saúl a la cueva, compuso el Salmo 57. El problema indeseado de David fue por culpa de otro, y por eso clamó a Dios que le tuviera misericordia. Afirmó que seguiría cobijándose bajos las alas protectoras de Dios “hasta que pasen los quebrantos”. Así es la confianza que honra a Dios en medio de las pruebas. El Salmo 57:1 fue el texto recomendado a la familia de Jonatán. En una carta se les comunicó que eran objeto de la oración de muchos: “Oramos por Jonatán y por toda la familia todos los días y a menudo varias veces.

En los tiempos como el presente, solamente el Señor es capaz de dar la fortaleza necesaria para enfrentar el futuro y seguramente Uds. ya han comprobado eso. Es difícil poner en papel los pensamientos de amor que tenemos para con todos, pero la ‘sombra de las alas’ de Dios provee un lugar seguro, y un refugio protector.” Puede ser que este salmo sea lo que alguien necesita leer en medio de su dolor hoy día, sabiendo que hay otros que sufrieron como David antaño, y que como Jonatán en estos días. “Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues EL MISMO QUE ES SEÑOR DE TODOS, ES RICO PARA CON TODOS LOS QUE LE INVOCAN.” Romanos 10:12. —daj