La Iglesia debe ser idónea para su Esposo. Eva fue hecha a la imagen de Adán para ser su compañera, como la Iglesia es hecha a la imagen de Cristo para ser su compañera.

“Dijo además Jehová Dios: ‘No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea’” Génesis 2:18

La relación de Cristo y su Iglesia no es “hasta que la muerte les separe”, sino es un vínculo eterno. “¿Quién nos separará del amor de Cristo?” (Romanos 8:35), es la pregunta retórica del apóstol Pablo: “Nada ni nadie” es la respuesta que sigue.

Como Eva que tenía que someterse a Adán para cumplir los propósitos divinos, así también la Iglesia ha de someterse a Cristo, pues el designio es “presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa” v.27. “Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos” v30 “Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.” v.32.

La obra ya ha comenzado en cada uno que conoce a Cristo como Salvador, pues es el Padre “nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz” Colosenses 1:12. Los santos en luz buscan como complacer a Aquel que “es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia” (Colosenses 1:18). ¿Acaso Cristo tiene la preeminencia en la vida suya? –DAJ

 

Lectura Diaria:
2 Cronicas 23-24 [leer]
/Ezequiel 41 [leer]
/Juan 18:1-27 [leer]