Cuando Josué despidió a las dos tribus y media que volvían al lado oriental del Jordán, tuvo palabras explícitas para los hombres en cuanto a la conducción de sus vidas.

 

“… con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó: que améis a Jehová vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma” Josué 22:5

 

Mucho tiempo ha pasado desde que los israelitas entraron en la tierra de Canaán para tomar posesión de ella. Están en la tierra originalmente prometida a Abraham, Isaac, y Jacob. Centenares de años han transcurrido durante los cuales ha habido muchos vaivenes en la vida de la nación. Bajo el liderazgo de Josué los hijos de Israel por fin llegaron a tomar posesión de Canaán. Dos tribus y media optaron por no entrar en la tierra, sino quedarse al lado oriental del Jordán.  Su decisión causó disgusto en Moisés cuando hicieron saber su preferencia. Sin embargo, lo permitió Jehová y Moisés fue guiado a insistir en ciertas condiciones que tendrían que cumplir las dos tribus y media. Una fue que los hombres de guerra acompañaran a sus hermanos en la conquista de la tierra. No estarían libres del compromiso hasta que todas las demás tribus estuvieran en su lugar. ¡Y lo hicieron!

 

La repartición de la tierra ha terminado. “Entonces Josué llamó a los rubenitas, a los gaditas, y a la media tribu de Manasés” Josué 22:1. En su discurso Josué reconoció que habían cumplido con “todo lo que Moisés siervo de Jehová os mandó”. Reconoció también que habían tomado a Josué en cuenta, pues “habéis obedecido a mi voz en todo lo que os he mandado”. A pesar del “largo tiempo” que pasaron en la conquista de la tierra, se mantuvieron en comunión con sus hermanos. Junto a ellos, obedecieron “los mandamientos de Jehová vuestro Dios”  v.3

 

El pueblo de Israel está en reposo y no hay nada más que hacer. Por eso, Josué despide a los guerreros para que vaya a “vuestras tiendas, a la tierra de vuestras posesiones, que Moisés siervo de Jehová os dio al otro lado del Jordán”  v.4. Pero su partida no debe ser con la idea de buscar otro tipo de vida al otro lado del río. “Con diligencia” deben cuidar de cumplir “el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Jehová os ordenó”. No hay nada adicional agregado por Josué. La palabra de Jehová no cambia. La hierba se seca, y la flor se marchita, “mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre” Isaías 40:8. Josué entrega una petición especial a los hombres antes de volver a sus familias. “Solamente que cuidéis de cumplir… ” y con cinco palabras claves Josué les indica  que es lo espera Jehová su Dios. Que AMEIS..   ANDEIS..   GUARDEIS..   SIGAIS..   SIRVAIS, v.5. La condición del corazón y del alma es crucial para cumplir con estas imperativas. Habían de hacerlo “de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma” v.5. La obediencia en servir proviene de AMOR en el corazón. Antiguamente el “amor” era considerado un término político, indicando lealtad cariñosa al rey. ¿Qué pasaría con nuestras vidas si una vez a la semana recibiéramos un reto como él que dio Josué a las dos tribus y media? ¿Qué si cada domingo nos comprometiéramos con el Señor para Amar, Andar en el camino de servicio, Guardando sus mandamientos, y luego Seguir al Señor para Servirle con todo nuestro corazón? Sería una vida fructífera, por cierto. –daj

Lectura Diaria:
Jueces 2:6-3:4 [leer]
/Isaías 22:15-23:18 [leer]
/1 Corintios 2 [leer]