Los discípulos han experimentado un milagro en el mar y se acercan a la orilla. “¡Es el Señor!”, alguien dice. ¿Qué habría hecho Ud. si hubiera estado ahí? Lea lo que hizo Pedro.

“Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al mar de Tiberias” Juan 21:1

Jesús llegó a la orilla del Mar de Galilea en busca de sus discípulos. Parece que ellos necesitaban un “remezón” a su conciencia por haberse vuelto tan luego a sus actividades seculares. ¿No habían sido llamados a ser pescadores de hombres por el Señor? La noche de pesca estéril tiene que haberles tomado por sorpresa. Desde la orilla del mar Jesús pregunta si tenían algo que comer. No preguntó por peces propiamente tal, pero admitieron su fracaso, no tenían nada. El Señor no les ordenó a venir a conversar con Él primero para explicar sus razones por haber ido a pescar. Con gran misericordia Jesús ejerció su poder y misericordia instruyéndoles a echar la red de nuevo y fue tan abundante la cantidad de peces que apenas podían sacarla (v.6).

Los discípulos vinieron adonde Jesús arrastrando la red. No sabían la identidad del hombre desconocido en la playa. Les había llamado “hijitos” y su instrucción de echar la red una vez más fue certera. A medida que vienen acercándose a la orilla, Juan el apóstol se dio cuenta quién está allí, y exclama: “¡Es el Señor!” Bastó esa palabra de Juan y “cuando oyó (Pedro) que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar” (Juan 21:7). ¿Qué es lo que Juan vio para ser el primero en percibir la identidad del Señor? Había otros en la barca que no se dieron cuenta de que fuera Jesús en la playa. Juan lo reconoció y lo transmitió a los demás. A veces hay hermanos que perciben cosas en las Escrituras que otros hombres pasan por alto. Cuando las mencionan, resulta provechoso para los demás. Pedro respondió a lo revelado por Juan.

¿Qué motivó a Pedro a lanzarse al agua para ir adonde Jesús estaba? Supo nadar y su llegada sería antes que los demás que venían en la barca. ¿Acaso Pedro quería explicar al Señor por qué había ido a pescar? ¿Tenía muchas ganas de estar con el Señor? La Biblia no nos informa el porqué. Solamente destaca el afán de Simón por llegar donde Jesús lo más pronto posible y esto revela su verdadero estado del corazón. No importan las circunstancias que nos “empujen” a buscar la presencia del Señor, siempre habrá una revelación preciosa de su persona. El se encargará de hacernos entender su voluntad y de encomendarnos nuevas tareas por cumplir. ¿Acaso tenemos deseos de estar en la presencia del Señor? Las palabras de Isaías el profeta son válidas hoy, “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Isaías 55:6). –daj

(Continúa)

Lectura Diaria:
1 Cronicas 16 [leer]
/Ezequiel 16:35-63 [leer]
/Juan 6:1-21 [leer]