La historia de Evelyn Brand es estimulante. Fue un mujer decidida y logró hacer mucho para el Señor en la India. Lea de ella.


“¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!” Isaías 52:7

“El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará” Juan 12:25

Lágrimas corrían por sus mejillas mientras Sra. Evelyn Harris v. de Brand rogaba a los líderes de su misión permiso para volver a la India. Tenía casi setenta años de edad y los varones decían que era necesario respetar las reglas. Las reglas no contemplaban que una mujer de su edad fuera enviada a un sector tan peligroso en el sur de India llamado las Montañas de la Muerte. Le urgían a retirarse para descansar. Evie, como todos le llamaban, había sacrificado una vida cómoda, su pequeño sostén monetario y su familia para servir con su marido Jesse como pioneros en Las Montañas. Jesse murió de una fiebre pero ella siguió. De una pequeña herencia y de un salario que le daban, Evelyn compraba tierras para que la misión tuviera donde trabajar. Quiso volver por cinco años más. Lo que le motivaba fue un compromiso con su marido muchos años antes de alcanzar cinco sierras de las Montañas con el evangelio. Habían alcanzado cuatro y se sintió convencida que tenía que cumplir con su voto. “Mándenme por un año solamente” decía, “y no les voy a causar más problemas. Al fin del año, me retiro”. Con resignación, se lo permitieron.

Evelyn Harris nació en Inglaterra en 1879. Su padre era comerciante exitoso y tenía una vida holgada. La mujer era atractiva especialmente en los sombreros de la época y la ropa elegante que se ponía. A pesar de su situación, la familia trabajaba para el Señor en diferentes misiones, en la calle y en obras de caridad para hablar de Cristo el Salvador. El padre, celoso por sus hijas, trataba de disuadirlas de la idea de casarse. No quería que se fueran de la casa. No tuvo mucho éxito y ellas se casaron y tuvieron hijos. Por su parte, Evie aprendió a pintar cuadros pero eso no traía satisfacción a su alma. A los treinta años de edad pasó unas semanas en Australia ayudando a su hermana. Fue en este tiempo que conoció a un misionero que trabaja en la India. El misionero había hablado de una gran necesidad para aliviar tanto sufrimiento donde él trabajaba. Cuando ella se ofreció, Jesse Brand dudaba de que alguien con tal estilo de vida pudiera servir. “Con la ayuda de Dios, sí” dijo ella. Costó convencer a su padre de sus planes pero al final ofreció proveer dinero para su sostén. En su despedida alguien comentó que “se ve más como actriz que misionera”, pues se vestía como de costumbre con su ropa elegante.

Comenzó trabajando como soltera hasta que se topó otra vez con Jesse Brand y se casaron. Su trabajo en las montañas fue arduo. Vieron a un hombre convertirse cuando estaba a punto de morir, pero los sacerdotes hindúes se opusieron tenazmente y tuvieron que pasar siete años antes que vieran a otro convertido en la sierra Kolli. Jesse ayudó a mucho con sus conocimientos de medicina y enseñó a la gente usar métodos mejores en la agricultura. De aldea en aldea iban predicando el evangelio y atendiendo a los enfermos. Hubo un cambio grande cuando un sacerdote pidió ayuda para su hijo enfermo y Jesse Brand respondió. Cuando murió el sacerdote, encargó a sus hijos a Jesse y Evelyn. Sin embargo Jesse murió de la “fiebre de aguas negras”. ¿Y qué de Evelyn? Se retiró después de un año, pero no para volver a Inglaterra. Se retiró para quedarse en la India hasta los 94 años de edad. El texto de cabecera puede ser aplicado a Evelyn. Hay muchos más detalles adicionales acerca de ella pero estos nos sirven para hacernos admirarle, “Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba” Proverbios 31:28. –daj

Lectura Diaria:
Génesis 27:1-46 [leer]
/Job 34:1-35:16 [leer]
/Mateo 14:13:36 [leer]